¿Cómo se sintió el proceso de la liberación femenina en el siglo XX?
Esta pregunta nos plantea la dramaturga cubana Julie de Grandy,
a través de su pieza teatral Féminas,
dirigida por Ramón García. Durante tres momentos específicos de la historia
(principios de siglo, luego de la Segunda Guerra Mundial y la actualidad) nos
van escenificando las diferentes perspectivas y pensamientos de una esposa y
una amante, en cada una de estas tres épocas.
En un escenario minimalista apoyado por un proyector, que iba
reflejando un fondo de acuerdo a cada escena que te hacía entrar dentro del
tiempo y espacio adecuados para cada historia, somos testigos presenciales de
cómo se relacionan a nivel de pensamientos, de costumbres y creencias dos
mujeres en pugna de un hombre o quizá de la idea que tenían de acuerdo a la
época de sus relaciones. No obstante, detrás de esto hay una lucha de poderes,
de egos, de apariencias y de no perder posición ante una de ellas que se considera
superior o se considera poseedora de la verdad por el título de esposa; no solo
eso, sino que en un sentido más profundo, encontramos en cada época cómo la
mujer, al salir de oscurantismo de ser propiedad del padre y marido, adquirir
el derecho al voto y lograr respeto profesional dentro del mundo laboral, va
también cambiando la forma en que se relacionan con otras mujeres y cómo se van
vinculando cuando sienten que otra interviene en su espacio.
Las actrices logran con mucha convicción y energía transmitir
en cada historia ese vínculo que van entretejiendo desde la honestidad y desde
su propia relación como mujeres de acuerdo a su momento; siempre es bueno
pensar que dentro de cada uno de nosotros hay diferentes versiones de nuestro
propio ser, que la vida nos hace explorar según nuestras experiencias y vamos
día a día conviviendo con nuestras propias inconsistencias y cuestionando
creencias impuestas generación a generación. Siento que al aceptar estas
versiones, podemos abrazarlas para empezar a soltar aquellas creencias que
alguna vez nos ataron; estas mujeres van de alguna manera identificándose en la
otra y nos puede dejar un mensaje de cuál es la verdadera solidaridad y empatía
que precisa el otro, para mejorar en cada época la manera de cómo nos
relacionamos.
Manuel Trujillo
3 de julio de 2022
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