Entrevista a la improvisadora teatral Carolina Rubina
"Multiverso" fue un long form de improvisación
teatral presentado en noviembre del año 2019, fruto del estudio realizado en un
diplomado en la Universidad del Bosque por la improvisadora teatral Carolina
Rubina, quien se ha determinado a cambiar la idea del público en Arequipa acerca
de la improvisación teatral. Conversamos con ella para entender qué es vivir en
modo Impro.
Carolina, Carito para los amigo, inició su vida como
improvisadora en la casa Ccalapata Teatro, en el año 2014; desde ese punto en
adelante, ha guardado una preocupación permanente por su formación, tomando
diversos talleres y diplomados. Ahora, ella misma brinda talleres de iniciación
y dirige formatos de improvisación teatral. Su objetivo, afirma, es cambiarle
la cara al "impro" en la ciudad.
“Multiverso” fue un show de improvisación teatral en formato
long form. Estos son formatos largos de improvisación teatral, entre
cuarenta y cinco minutos y una hora y diez de duración; estos formatos
presentan una historia con estructura definida, requieren una preparación más
extensa y permite explorar vías alejadas de la comedia, que es, generalmente, a
lo que la gente está acostumbrada cuando ve improvisación teatral.
El motor de la historia (punto de partida y de donde nacerá
la creación) es brindado por el público.
En "Multiverso" se presentan tres
realidades/universos distintos, cada uno responde la pregunta ¿qué hubiera
pasado si? Y en base a ello, desarrollan y traman el espectáculo, brindando
tres visiones distintas de una misma vida, algo realmente interesante y con
mucha dinámica.
¿Cómo ves la impro en nuestra ciudad?
Cuando la improvisación teatral ingresó, no fue de la mejor
manera. La gente tenía la visión que la impro solo servía para hacer reír,
muchas veces apelando al chiste fácil o a la fanfarronada.
El público desmerecía un poco el trabajo que realizábamos,
la idea seguía errónea. Luego, fueron llegando nuevas ventanas y propuestas,
como el "Chaskifest", en que se reunían improvisadores de todo el
mundo, dando espectáculos de calidad y talleres formativos.
En el grupo decidimos experimentar con más formas, es así
que realizamos nuestro primer long form, que tuvo una buena acogida; sin
embargo, el impacto no fue el esperado.
Después de estos años de trabajo y formación, siento que la
perspectiva hacia la improvisación teatral ha cambiado; aún con algunas
deficiencias, la gente asiste con mayor entusiasmo a los espectáculos de
improvisación.
Creo que si seguimos explorando nuevos formatos y
continuamos con talleres formativos con gente preparada y planes pedagógicos
claros, a largo plazo se va a mejorar el panorama.
En la actualidad solo hay tres grupos que formen y
practiquen improvisación teatral, es un número muy reducido. Me gustaría que
pudieran hacerse más cosas con la impro, shows de calidad y temporadas más
extensas de long form, en las que se demuestre la formación de los
improvisadores.
En la ciudad nos falta reeducar al público en lo que es la impro,
esto podría lograrse mostrando los distintos formatos que pueden hacerse, y no
encasillándolo solo en los formatos cómicos y breves.
El panorama es muy extenso y falta mucho por explorar.
Vivir en modo impro
Cuando un improvisador sube al escenario, tiene que estar
ahí, sin pensar en otra cosa, atento con todos sus sentidos a lo que sucede
alrededor, y creo que la vida es así, vivir en el presente, atento a lo que va
a suceder. Hoy me desperté. ¿Qué va a pasar?
Esta mirada del mundo es muy importante para mí. Siento que
la improvisación teatral les cambia la vida a muchas personas. Nos permite no
juzgarnos y sentirnos apoyados en nuestros compañeros.
Uno tiene que ser generoso, saber dar y recibir.
La impro es una filosofía de vida, si uno hace algo tiene
que llevarlo a su vida. No puedo ser una persona en el escenario y ser otra
abajo.
Uno tiene que ser consecuente con lo que profesa.
Mauricio Rodríguez-Camargo
Arequipa, 5 de febrero de 2020
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