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miércoles, 11 de septiembre de 2019

Crítica: ESCUELA PARA HOMBRES


Futuros empoderamientos femeninos

Vaticinar el futuro se ha puesto de moda, especialmente si se quiere avizorar el papel de la mujer en la sociedad del mañana. Por ejemplo, solo en este año, un par de montajes teatrales se animaron a proponer al espectador estos posibles escenarios: en Intimidad atómica de Leonardo Maldonado, una aclamada y empoderada artista está dispuesta a sacrificar a su único actor en un “explosivo” espectáculo; mientras que en La Gris, una creación colectiva de egresados del Club de Teatro de Lima, las naciones han sido tomadas por el sexo femenino, teniendo a los varones como simple carne de cañón, exclusivamente utilizados para fines reproductivos o de entretenimiento. Pues bien, una de las últimas apuestas de Microteatro se titula justamente, Escuela para hombres, escrita por Daniel Zárate y dirigida por Jesús Oro, quienes también tienen algo que ofrecer, así sea solo en quince minutos.

Es el año 2114 y, ¡oh, sorpresa!, todo el mundo está regido por el “hembrismo”, particular modus vivendi en donde el hombre se encuentra dedicado exclusivamente a las tareas domésticas y al uso de su fuerza en beneficio de las mujeres. Es más, si alguna dama encuentra algún tipo de desperfecto o molestia en su sumisa pareja, entonces este es inmediatamente enviado a la institución correctiva por excelencia, la Escuela para Hombres de Lima. Los asistentes al espacio cultural de Barranco son divididos en dos filas para entrar la Sala 5 y acomodarse en un par de sectores: uno de hombres, otro de mujeres. Propuesta como una sesión en un consultorio psicológico, la microobra nos presenta a una guapa doctora (Ale Reyes Freitas) a punto de atender a un desconcertado caballero (Miguel Soriano Talaverano), que será posiblemente un candidato a abandonar la sociedad reinante, debido a su rebeldía frente al sistema establecido.

Zárate y Oro apelan al sarcasmo y a la continua interacción con el público para sacar adelante  su miniespectáculo, divertido y fluido, que esconde un pertinente llamado a la conciencia debido a la escabrosa realidad nacional en la que vivimos actualmente, en la que día a día el número de feminicidios y ataques de todo tipo contra la mujer se elevan de manera alarmante. Reyes y Soriano, jóvenes pero experimentados, interpretan sus personajes con mucho carisma y gracia. Si bien el formato no permite realizar grandes producciones en sus reducidos espacios, las luces blanquecinas, el aséptico vestuario y las correctas proyecciones sumaron a la microobra, para conseguir la atmósfera futurista que esta requería. Escuela para hombres es un simpático miniestreno producido por Idea Internacional, que depara quince minutos de esparcimiento bien ejecutado y que nos recuerda, por cierto, que todo extremo siempre resulta inadecuado.

Sergio Velarde
11 de septiembre de 2019

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