Semilla germinando y posta recibida
En entrevista con Oficio Crítico en el 2016, el joven
artista chiclayano Karlos López Rentería nos relató cómo entró a formar parte
del colectivo EspacioLibre, en una sucesión de acontecimientos entre fortuitos
y forzados: mientras que tocaba guitarra siendo adolescente en un taller de la
Casa de la Cultura de Chiclayo, la cual tenía un presupuesto tan ajustado que
las luces solo se prendían a partir de las 6:00 pm, él debía estar cerca a la
puerta para tener luz y fue así que observó al grupo de teatro que ensayaba en
el patio. La curiosidad hizo entonces que se involucrara en proyectos de artes
escénicas, hasta que en un encuentro con colectivos limeños, conoce a
EspacioLibre y a su director Diego La Hoz; es así que decide ingresar a la citada
agrupación y debutar en Lima con la interesante Cuento
alrededor de un círculo de espuma (2011) de Sara Joffré. Ocho años después, luego de un largo y riguroso proceso
de aprendizaje, en el que López Rentería afinaría sus dotes histriónicas,
asistiera en dirección y coescribiera sus propios textos, la semilla de La Hoz
viene germinando en él en gran forma, con notables resultados. Su primera
aventura en solitario, Horizonte de evento, en su segunda temporada en el Club
de Teatro de Lima (la primera, en la AAA), escrita, dirigida y coprotagonizada por este exalumno de guitarra
chiclayano convertido ahora en virtuoso artista escénico y que toma la posta de
La Hoz, no podría recibir otra calificación que no sea la de sobresaliente.
Desde el título, López Rentería acierta en bautizar a su
inclasificable proyecto escénico con una inteligente relación analógica, entre conceptos
astronómicos y nuestra delirante realidad nacional: horizonte de evento se
refiere al límite espacio-temporal en el que los eventos de uno de los lados no
afectan a los observadores del otro, que hace ineludible referencia a la
pérdida de la tan necesaria sensibilización frente a los diversos problemas que
nos aquejan como país, aquellos asuntos urgentes y prioritarios que resolver
como sociedad, a los que siempre se les da la espalda. Pero además, este
término en cuestión se utiliza en astronomía para ubicar al punto de no retorno
antes de caer en un agujero negro, un lugar en donde toda lógica pierde fuerza
ante el azar; pues de manera inquietante, López Rentería postula con las
escenas de su espectáculo, repletas de un corrosivo humor, si acaso nuestra
sociedad ya no tiene remedio, pues todo lo mostrado resulta absolutamente
probable y verosímil. En ese sentido, las versátiles actuaciones de Alexandra
Jiménez, Brian Suárez, Fito Bustamante y el mismo López Rentería hacen visible
nuestro increíble (y lamentable) comportamiento, representando de manera
notable surrealistas, entrañables y disparatados personajes en una impredecible
sucesión de hechos.
Dos eventos en paralelo son los disparadores para que se
luzcan los logros alcanzados por este laboratorio (residencia de creación) orquestado
por López Rentería, en una hipnótica puesta en escena: la muerte de una
muchacha en un accidente de tránsito y la presentación oficial de una enorme
hallazgo arqueológico le sirven para orquestar secuencias de antología, como la
conversación entre los policías encargados de proteger la escena del accidente
o el discurso del arqueólogo con cabeza de elefante (literal), hasta las
apreciaciones de una insegura crítica teatral (¡ya dejemos de escribir en
condicional!). Una variada gama temática que no les queda grande ni al joven
creador ni a su inspirado elenco, acompañada por insólitos cambios de escena en silencio, líquidos regurgitados, luces parlantes detrás de biombos de tela, crípticas voces en off del poeta Luis La Hoz y del director Omar de Águila, DJs en gigantografías y tachos de luz reparados in situ. Poco hay que agregar a la crítica que hiciera el siempre
certero Rubén Quiroz, para este montaje que celebra los veinte años
ininterrumpidos de EspacioLibre: “Así el humor corrosivo, despiadado,
inmisericorde, enhebrado con osadía, celebra los 20 años de una de las aventuras
más dignas, honestas y vanguardistas de nuestra historia teatral. EspacioLibre,
si logra por sus antecedentes, llevar a tal punto el teatro contemporáneo como
en esta experiencia imperdible, demuestra todo su valor y que la apuesta por
hacer teatro en nuestro país ha valido absolutamente la pena”. Horizonte de
evento de López Rentería, verdadero acontecimiento teatral e imperdible montaje con la producción
de Claudia Castro y EspacioLibre, es a todas luces la feliz comprobación teatral
de las semillas germinando en gran forma y de las postas nunca mejor entregadas.
Sergio Velarde
23 de agosto de 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario