“La actuación es una carrera de compromiso y perseverancia”
El Club de Teatro de Lima siempre ha sido un referente
obligado de formación artística desde su fundación en el año 1953. Y a seis del
fallecimiento de su fundador, el recordado maestro Reynaldo D’Amore, el Club se
encuentra más vivo y rozagante que nunca, gracias a toda una nueva generación
de exalumnos que se encarga de mantenerlo exitosamente a flote. Una de ellas es
Cintia Díaz del Olmo, exalumna que ahora es profesora del Primer Año de la
mencionada institución y actriz en sus producciones. Justamente, Cintia ganó el
premio del público a la mejor actriz de reparto en Comedia Oficio Crítico 2018 por La cantante calva. “¡Ay, el señor D’Amore! Por él sentía a la vez, cólera y simpatía”,
recuerda divertida Cintia. “Porque siempre era tan misterioso, nunca se supo
dónde vivía, cuándo era su cumpleaños; yo le preguntaba y él siempre me
cambiaba el tema”.
El teatro desde siempre
“Siempre me ha gustado el teatro”, afirma Cintia sobre su
vocación de actriz, que además tuvo como profesora en su colegio a la destacada y
recordada actriz Noemí Del Castillo. “En Quinto de Secundaria fui a ver La casa
de Bernarda Alba en el Teatro Juan Parra del Riego y la obra me impactó; me
dije que esto es lo que yo quería hacer”. Sin embargo, sus padres la
convencieron de estudiar Comunicaciones. “Sí me gustó y en el camino de la
carrera, me olvidé un poco del teatro. Pero cuando ya estaba por terminar, por
azares de la vida, entré al programa La casa de Gisela”. Prácticamente
encerrada dentro del canal de televisión, Cintia estuvo rodeada de muchos
artistas y producciones diversas y fue entonces que recordó su gusto por el
teatro. “Fue así que entré al Club de Teatro; empecé a estudiar, fui avanzando
y dejando poco a poco las Comunicaciones”. El maestro D’Amore vio en Cintia a
una aplicada y entusiasta alumna. “Me dijo una vez que necesitaba un reemplazo
para enseñar adolescentes y yo lo hacía encantada; después necesitaba alguien
para el curso de la mañana solo en el verano, pero yo le metí ganas y el curso
duró todo el año y me quedé trabajando acá y actuando en las producciones del
Club hasta hoy”.
Cintia llevó todos los cursos que ofrecía el Club: no solo
el de Actuación, en el que tuvo como profesores a Juan Carlos Díaz, Paco Caparó
y Pold Gastello, sino además el de Oratoria, Pedagogía Teatral, Desarrollo de
la personalidad a través del Teatro, etc. “El Club ofrece cursos de Teatro al
alcance de todos, tenemos mucha gente de diferentes capacidades porque no
hacemos audición; brindamos una formación completa con un programa de Arte
Dramático de tres años, con disciplina y compromiso, porque ser actor no es
fácil”. Para Cintia, el Club de Teatro es como “la carrera técnica de actuación”, ya que sus cursos son prácticos, aunque sí enseñan aspectos teóricos. “Somos
más personalizados, intentamos formar un ambiente familiar, para que los
alumnos no solamente vengan a estudiar, sino para que tengan la confianza de
contarnos sus problemas y dudas, que se sientan en casa”.
La actuación, menciona Cintia, es “una carrera de perseverancia y
compromiso; si tienes estas dos cosas, lo logras, así no tengas mucho talento,
porque eso es solo tener una mayor facilidad”. Afirma además que una buena
actriz de teatro debe “divertirse con lo que hace, tener compromiso y por
supuesto, facilidad de reunirse para ensayar (ríe); es que es a veces difícil
ponerse de acuerdo, pero básicamente la condición es que se divierta, si amas
lo que haces, lo demás llega solo”. Por otro lado, considera que sí es
necesario que un director de teatro haya llevado, por lo menos, algún curso de
actuación. “Para que sepa que lo que pide sea factible, que conozca el otro
lado”. Finalmente, considera importantísimo que se dicte talleres de Teatro en
los colegios. “No solo para formar actores, el teatro en niños y adolescentes
tiene beneficios enormes”.
Puestas y proyectos
Una de las obras más interesantes en la que participó
Cintia fue Carne de mujeres (2015), dirigida por Caparó e integrada por un
elenco principalmente femenino. “Fue una obra que escribió en base a nuestras
experiencias, él nos hacía preguntas y nosotras nos explayábamos; con esos
textos se armó la obra”. Una de las escenas más logradas de la mencionada puesta
fue la última, en la que las actrices se revelaban como tales en el escenario.
“Contamos cosas absolutamente personales, mostrando que somos actrices, que
actuamos y además, somos mujeres y nos pasan cosas, todo partió de nosotras”.
La cantante calva tuvo también un interesante periplo antes de su temporada
oficial. “Es teatro del absurdo, así que estuvimos buscando por un lado.
Hicimos una temporada chiquita para probarla y luego Paco fue corrigiendo. En
realidad, fue un trabajo muy satisfactorio, tuvimos mucho público, con el “boca
a boca” conseguimos funciones llenas y logramos seis nominaciones en Oficio
Crítico, que para mí son seis premios”.
Una de las personas más importantes en la vida de Cintia es
Paco Caparó, antes su profesor, ahora su esposo. “Es mi complemento, mi pareja,
mi amigo, mi compañero, el papá de mi hijo, es una persona muy apasionada por
lo que hace, aunque, como esposa, a veces trabaje demasiado”. Y añade que como
director es muy amable, mientras que uno se sepa la letra. “Te va guiando
durante el proceso y cuando reaccionas, ya está tu personaje armado”. Si bien
es cierto que Cintia se encuentra ahora dedicada a ser mamá y profesora, sí se
hace un espacio para la actuación. “No dispongo de mucho tiempo, así que
prefiero escoger obras que tengan un fondo y que tengan cierta trascendencia,
al menos para mí”. Precisamente, el Club de Teatro ya está preparando un
próximo proyecto para este año, con Cintia pisando las tablas nuevamente. “Es
una nueva versión de una obra que ya se presentó en el Club antes (no puedo dar
muchos detalles) y estamos contando con alumnos, profesores y exalumnos del
Club de Teatro para que actúen, con Paco y Jhosep (Palomino) en la dirección”.
Este año, Cintia ya empezó a dictar clases en el Club de
Teatro en su temporada de verano. “Yo enseño a Primer Año y siempre le digo a
mis alumnos que no busquen ser famosos, sino ser buenos actores, con disciplina
y compromiso”. Agrega también que es importante la responsabilidad en su
asistencia a las clases. “Así como en cualquier carrera, si estudian Medicina y
no faltan a las clases, tampoco deberían faltar a las clases en el Club. Si no
le damos importancia a nuestra carrera, nadie lo hará”, concluye.
Sergio Velarde
23 de enero de 2019
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