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lunes, 3 de septiembre de 2018

Crítica: TEBAS LAND


Las imágenes del texto

Por un lado, un dramaturgo que busca contar una historia desde lo más profundo de la verdad; por el otro, un joven parricida que parece tener los argumentos necesarios para crearla. Tebas Land es el nombre de esta obra (galardonada con el Award Off West End de Londres en diciembre del año pasado), escrita por el dramaturgo uruguayo Sergio Blanco y dirigida en esta ocasión, por Gisela Cárdenas. Se presenta en el Teatro de la Universidad del Pacífico.

Basándose en la conocida tragedia griega Edipo Rey (que cuenta como Edipo, Rey de Tebas, mata a su padre y luego desposa a su madre, sin saber quiénes eran realmente), Blanco crea su historia con matices y giros, que requieren menuda precisión en escena. Un texto que pretende contar cómo se escribe una obra, aludiendo claramente al metateatro; sin embargo, su objetivo más urgente es replicar, a través de las imágenes del texto, el encuentro de dos personas que, sin una razón aparente, necesitan encontrarse el uno en el otro, tal vez, para reconocerse a sí mismos.

El montaje se apoya en la tecnología para crear una propuesta visual atractiva y acorde con la actualidad; sin duda, se logra crear una atmósfera ambigua entre lo digital y la realidad. Por otra parte, al inicio de la ejecución se sintió cierta desconexión que se fue desvaneciendo conforme avanzaba la puesta. Respecto al elenco, el actor José Manuel Lázaro (interpretando a S.) destacó por su naturalidad y calidez; aunque en los momentos iniciales su personaje parecía desconectado, la transformación que surge hacia el final es notable; por su parte, Emanuel Soriano (como Martín y el actor) demostró su carácter y habilidad como intérprete, pues logró mutar con solidez y naturalidad de un personaje a otro en un corto lapso (propio de la dinámica de la narrativa).

Tebas Land pone al frente temas relevantes e intensos, tales como la relación padre-hijo, la violencia, los prejuicios, el abandono, entre otros; mimetizándolos perfectamente con la dramaturgia y la creación escénica. Una obra poderosa, que seguramente se consolidará en el transcurso de la temporada, pues cuenta con los argumentos suficientes para que el público elija verla y pueda construir su propia lectura de la misma.

Maria Cristina Mory Cárdenas
3 de setiembre de 2018

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