“Cuando entré al escenario supe que quería hacer esto toda
mi vida”
Una de las jóvenes promesas que viene destacando actualmente
en el circuito teatral es, sin duda, Verony Centeno. La ganadora del premio del
jurado de Oficio Crítico como Mejor actriz de reparto por Parientes lejanos
(2016), comedia escrita por Johuseline Porcel, afirma que participar en dicho
montaje fue una gran oportunidad para entrar en un medio teatral más comercial,
pues anteriormente se había dedicado de lleno a escribir y actuar en
producciones más independientes. “Me encantó que Parientes lejanos tuviera un
estilo muy cinematográfico, con una cuidada dirección de arte que provocaba en
el espectador una atmósfera real”, comenta sobre el espectáculo dirigido por
Vanessa Vizcarra y estrenado con el apoyo del Ministerio de la Cultura.
Inicios chalacos
“Le decía a mi mamá que quería actuar y bailar en la tele”,
recuerda Verony, quien vivía en el Callao. Su madre la matriculó a los 14 años
en un taller de actuación de la municipalidad en el gran Teatro Municipal del
Callao, a cargo de Marcelo Oxenford. “En mi colegio no alimentaban el arte, nunca
había visto una obra de teatro, pero el primer día que fui al taller me enamoré”.
Cada verano, Verony le pedía a su madre entrar en el taller, hasta que ese
gusto por la actuación se transformó en algo mucho más serio. “Para pasar al
siguiente nivel me hicieron una prueba con jurado en la que tenía que
interpretar un monólogo, no sabía muy bien que era eso y era la primera vez que
nos presentábamos ante un público, así que me preparé; y saqué un 20. Ahí me di
cuenta. Cuando entré al escenario, supe que
quería hacer esto toda mi vida”.
El monólogo de Verony lo escribió ella misma. “Era sobre una
chica que debía aprobar un examen. Pero el enamorado, la comida, el cansancio,
etc. la entretenían. Fue en tono de comedia”.
Hasta que llegó el momento de la universidad y Verony se inclinaba por la
psicología. “En realidad, no estaba segura, la elegí porque mi hermana también la
estudiaba, pero no sé qué tan buena hubiera sido (ríe)”. Ella tenía que
estudiar en una academia para prepararse, pero le pidió a su madre estudiar
teatro por última vez, pues le decía que ella sí aprobaría el examen de
admisión. Sin embargo, el Municipio del Callao cerró el taller y Verony tuvo
que buscar otros lugares dónde seguir estudiando. Es así cómo llega a tomar clases
en el Taller de actuación de Isabel Cabrera en San Miguel.
El salto al escenario
“Mi profesora Isabel le dijo personalmente a mi mamá que me
apoyara y que podría ser muy buena en esto”, rememora Verony. Y agradece
además, tener un gran soporte familiar, ya que su madre la apoyó con su
decisión de no estudiar una carrera tradicional para dedicarse de lleno a la actuación.
Posteriormente, gracias a un anuncio por radio que su madre escuchó, Verony
entró al Teatro Ensamble en Barranco, dirigido en aquel entonces por Sergio
Galliani. “Soy de la primera promoción de Ensamble y tuve como profesor a Sergio
por dos años, antes que le dejara la posta a otros profesores muy buenos”. Sobre
Galliani, Verony destaca la garra que entrega en cada trabajo. “Él es muy
intenso, todos siempre teníamos que estar trabajando y proponiendo. Era una de las
más jóvenes del grupo y no sabía qué tan difícil era un proceso de ensayos para
presentar un montaje. Aprendí mucho”. Otra artista importante en la vida de
Verony es Nazira Atala, a quien considera su madre teatral. “Siempre me apoya,
aplaude todo lo que hago, es una gran persona.
La quiero mucho”, refiere.
Verony ha participado en interesantes montajes, como el
musical La Chica de la Torre de Marfil (2013) de Cesar De María, con la
dirección de Galliani. “Fui parte del ensamble, era un animalito dentro del
bosque que cantaba y bailaba las canciones”. Pero así como ella misma escribió
su monólogo para aquella prueba, la misma necesidad la llevó a escribir sus
propios textos. Es así como llegó a escena Tiempos para vivir (2015), con un
colectivo que tuvo hace un par de años junto a compañeros artistas. Se llamaba “En
la mira – Colectivo teatral”, con la dirección de Atala, en el Teatro Mocha
Graña. “No pude esperar y fui empírica. Pero Nazira pulió y editó mucho el
texto, con la colaboración de todos”. Posteriormente, postula con éxito a
Microteatro y estrenó así El Tesoro Perdido (2016), escrito y dirigido por ella
misma. “Escribí originalmente la obra en formato para colegios y shows
infantiles”.
Aparte de la excelente puesta en escena de Parientes
lejanos, otra obra en el que intervino Verony llamó poderosamente la atención.
Se trató de Ñaña (2017), montaje escénico interdisciplinario basado en hechos
reales, en el que compartió protagonismo con la actriz y bailarina Anahí De
Cárdenas, bajo la dirección y dramaturgia de Claudia Tangoa. “A Ñaña le tengo mucho
respeto y cariño. La obra narra el lazo que se crea entre dos hermanas, una de
ellas es adoptada y ha sufrido abusos físicos y psicológicos. Es un montaje que
te invita a reflexionar”. La pieza, que además aborda polémicos temas como la
violencia hacia menores de edad, la desigualdad social y el abandono de las
ciudades y pueblos en el interior del Perú, tendrá una reposición en el marco
del FAE.
“Creo que un buen actor de teatro debe tener disciplina,
buena escucha, coraje y valentía; y un buen director, debe ser directo,
abierto, y además, divertido (ríe), no me gustan los ambientes densos”. Veremos
a Verony en las tablas este año, no solo en la reposición de Ñaña. “Estoy
trabajando en una creación colectiva de Romeo y Julieta de William Shakespeare,
participaré en la puesta en escena de El Principito en el Aranwa Teatro y en la
obra Barro en el Gran Teatro Nacional”, finaliza.
Sergio Velarde
4 de febrero de 2018
Mi querida y talentosa hermana. Se vienen muchos mas éxitos para ti. Te quiero <3
ResponderEliminarMi querida y talentosa hermana. Se vienen muchos mas éxitos para ti. Te quiero <3
ResponderEliminar¡Soy tu HINCHA (así, con MAYÚSCULAS, Verony) =D!
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