Un nuevo espacio escénico
en Cusco
La avenida Micaela Bastidas 331 Wanchaq Cusco parece una calle
cualquiera, pero detrás de un portón de metal se está construyendo el oficio del
hacer del artesano que perfecciona su tarea diaria, que pule, esculpe, estudia
y enseña a la vez; aquí hay un teatro y más que un espacio escénico, es la casa
del Grupo Darte, esto es Casa Darte.
Aquí está el nuevo espacio de este grupo, recientemente inaugurado y
desde mi punto de vista, una luz para el teatro y la escena independiente en
Cusco.
El Grupo Darte nace el 15
abril del 2004 como la necesidad de un conjunto de artistas de crear y ser
escuchados en una ciudad donde las políticas culturales no apoyan las
propuestas independientes de teatro y bueno, las oficiales no existen. Tras
fundar el grupo y al no existir espacios públicos que garanticen las mínimas
condiciones para el trabajo, llámese entrenamiento, ensayo, tiempo de
investigación, se vieron en la necesidad de conseguir su propio espacio, con lo
que nace el mismo año Casa Darte.
Puedo contar en la
historia del grupo más de nueve obras de su creación en estos años de vida, una
de las últimas se llama “El que no tiene de inga tiene de mandinga”, que es una
intervención escénica-espacial que ganó una subvención del estado de Austria en
colaboración con el grupo SCHOU.RÄUME. Esta obra trata sobre la discriminación,
utilizando los espacios de su antigua casa para darnos un recorrido por
diferentes escenas de nuestro cotidiano, que a veces negamos o no nos queremos
dar por enterados que existen. Nos cuenta Mauricio Rueda: “Cusco es una ciudad
no inclusiva, por eso esta obra apunta a causar conciencia y visibilizar que el
problema es uno también”.
¿Quiénes son Grupo Darte?
En este momento, las cabezas fundamentales son Charlotte Giusti (Francia) de
formación bailarina, intérprete, coreógrafa
y en la práctica, pedagoga, actriz y gestora cultural, sin dudarlo, una
mujer con mucho talento. Completando el par está el no menos talentoso Mauricio
Rueda (Perú), artista escénico quien considera como la mayor influencia en su
formación al grupo Yuyachkani y Roberto Ángeles, referencias complementarias
entre sí, pero si hablamos de referencias no dejaríamos de nombrar en Cusco a
Rodo Rodriguez, Tania Castro, Beto Chaparro, Oswaldo Povea, entre otros.
Este lugar recién
inaugurado es un nuevo teatro independiente en Cusco, donde se pueden presentar
obras con condiciones de teatro, lo que hoy lo hace único en la escena local. Nace
con la intención de convertirse en una vitrina para mostrar las diferentes
propuestas escénicas locales, para poder mirarse, para aprender de ellas, posiblemente abrir un espacio de reflexión de nuestro quehacer escénico y no
solo mirar propuestas de Cusco, sino también traer puestas foráneas que amplíen
nuestra mirada.
Este espacio también es
un lugar de aprendizaje, de pedagogía de teatro, danza y circo, enseñanza
que se toma con mucho cuidado, no solo
físico, sino también emocional, pues
para ellos no solo es importante la técnica que se imparte sino la persona.
“Conocerse para ser más consciente”, nos comenta Charlotte Giusti. En este
punto, el grupo muestra interés pues hay una reciente ola de talleres de gente
improvisada que porque hizo un taller o ya se mostró en escena, lanza talleres
de teatro, danza, circo de muy baja calidad y a precios que representan la
calidad de su trabajo y lo más lamentable, es que espacios como la Casa de la
Cultura de Cusco se presten a eso, dándoles espacios y respaldo del nombre de la
institución, pues al albergarlos se supone que garantizan la calidad y el público
confía en ello, siendo una competencia dura para talleres de artistas pedagogos
con trayectorias forjadas en el tiempo.
Sería bueno que la Municipalidad
en conjunto con la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco afinen o
desarrollen políticas culturales que apoyen más a la creación de públicos y no
me refiero a comprar obras y darlas gratis, pues esto solo hace que la gente se
acostumbre a no pagar y en el caso de los artistas solo se benefician una o dos
veces al año, sino me refiero a una cartografía teatral, apertura de nuevos
espacios, garantizar la circulación de obras que bien podrían ser en esos
faustosos auditorios que la mayoría de municipalidades del Cusco ciudad y
provincia tienen, y claro, una mejor utilización de los fondos de cultura que
todas la municipalidades poseen, digo, es cuestión de gestión que bien la DDC
podría estimular con los actores culturales de la zona.
Grupo Darte abre este
nuevo espacio sin ninguna subvención o apoyo
del Estado, esto es lamentable, pues uno de los roles fundamentales del
Estado es el acceso a la educación y cultura de todos, pero muchas veces grupos
como este tienen que suplir la falta de políticas culturales que casi siempre
in-visibilizan al artista, no considerándolo como miembro activo y generador de
cambio en la sociedad; es por ello que esfuerzos como este se agradecen y
merecen ser apoyados.
Miguel Gutti Brugman
Cusco, 28 de febrero de 2018
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