Un viaje al centro de la impro
El teatro es y será siempre un espacio de riesgos. A veces,
parece que se cumpliera el dicho popular de “El que no arriesga no gana” en
cada función. Por ser arte, el teatro debe ser innovador y ofrecer al público
una visión distinta de una misma realidad, porque cada uno tiene una forma
diferente de ver el mundo, otra perspectiva. Lo que no quiere decir que
entreguemos un producto fácil o caigamos en el simplismo solo por ofrecer
siempre algo nuevo. Este reto es cada día más difícil y sobre todo, para las
nuevas generaciones de actores que se enfrentan a un mundo tan globalizado que
siempre pide más. Producto de este riesgo casi necesario en el teatro piurano,
el Grupo Artos presentó su nuevo espectáculo de improvisación en formato largo
denominado ViajeMorfosis en el Centro Cultural “Escenarios”. Este espectáculo
nace a partir de un taller de improvisación de dos semanas dictado por Anghela Cotrina
y Celeste Araujo. Los actores han participado antes en espectáculos teatrales
presentados por el grupo y el director Jair Cohello decidió emprender este
nuevo proyecto a partir de lo aprendido.
El espectáculo tuvo como aciertos el manejo del espacio y la
iluminación que marcaba bastante bien los cambios de historias. También la
estructura de monólogos iniciales frente al público permitió una mejor línea
temporal de los sucesos en escena. Sin embargo, y como ocurre en la impro en
algunos casos, el ritmo les jugó en contra. Lograr conectar al público por casi
una hora con la misma intensidad usando diálogos creados en el momento no es
fácil, es necesario un amplio conocimiento de las técnicas actorales y sobre todo,
“complicidad” entre los actores.
Una
mención aparte merecen los protagonistas de las dos historias que se desarrollaron.
Giovanna Bisso en el papel de una joven aventurera en busca de viajes y Arturo
Cabellos, interpretando a un periodista con deseos de emprender nuevos retos.
Ambos le aportaron madurez y peso actoral al trabajo y mejoraron por momentos
el ritmo de las historias que, aunque a veces caían en estereotipos y diálogos
repetitivos o inconexos, cumplían con la misión de demostrar que la impro no
solo es comedia. Es importante resaltar que los tópicos nacieron a partir de
las experiencias del público con respecto a los viajes rescatadas a partir de
las entrevistas previas al inicio de la función.
Van por buen camino, pero se hace necesario arriesgar mucho
más, con historias más elaboradas y con temáticas que profundicen otras
realidades y que terminen por sorprender al espectador. No hay nada más
gratificante que salir sorprendido y con preguntas e inquietudes después de ver
un espectáculo teatral. La metamorfosis nos remite a un cambio, un cambio
necesario en el teatro piurano, con intentos nuevos y jóvenes, y ViajeMorfosis
constituye un primer paso en este nuevo sendero.
Katiuska Granda
Piura, 30 de enero de 2018
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