Krimen. Kaos. Korrupción. Así es nuestra
Kapital.
Lima. Retratada mil veces y desde diferentes puntos de vista en el
escenario, como por ejemplo, en Los funerales de doña Arcadia (2014) de Espacio
Libre, una aguda y estilizada crítica hacia nuestra “Lima, la Horrible” de
Sebastián Salazar Bondy; o en Palintrópolis (2006) de Cuer2 Teatro, brutal y
cruda exploración sobre todo lo violenta y salvaje que puede ser nuestra
maltratada ciudad; o en The Reality Lima Pipol Chou (2010), una desordenada y estrafalaria farsa sobre nuestros tan queridos
personajes que pululan en nuestra urbe día a día; o en Madrugada (2012) de
Viaexpresa, visitando nuestros mejores antros de diversión. Pues bien, la novel agrupación El Sótano, conformada por egresados del
Club de Teatro de Lima y que sorprendió hace poco con su debut La niña se mató y punto (2014), vuelve a la carga con una puesta en escena diferente, que
aborda los problemas de nuestra querida Ciudad de los Reyes, con su particular estilo:
el riesgo.
Con todos los años y muestras estrenadas que
tiene a cuestas el profesor Paco Caparó en el Club de Teatro de Lima, no es de
extrañar que su sentido de creatividad y riesgo, junto con el del joven actor
Joseph Palomino, haya resultado en un espectáculo jamás visto en el espacio que
fundó hace 61 años Reynaldo D’Amore. El público participa activamente en
Kapital; luego de un primer cuadro, en el que todo el elenco (vestidos de negro
y con un par de cubos) escenifica la educación y cortesía de los pasajeros de
un bus, todos los espectadores son divididos en tres grupos sobre el escenario,
para luego ser llevados simultáneamente a distintos espacios (las salas 1, 3 y
la de espera) para apreciar tres cuadros de exacta duración sobre las diversas
taras que afectan nuestra ciudad, en un verdadero circuito con tres paraderos.
En la Sala 1 somos testigos de una acertada
parodia de nuestra vida electoral, en la que tres candidatos a la alcaldía (Sofía
Espantoso, Cintia Díaz del Olmo y Juan Carlos Ñiquen) se enfrascan en un duelo
para obtener los mayores votos; en la Sala 3 nos espera una sentida
interpretación de cómo educa el limeño promedio a sus hijos (buena dupla de Maykol
Ascencios y un emotivo Hendrick La Torre); y en la Sala de espera, una migrante
(Jannina Vargas) y un capitalino (José Gómez) desnudan a través de sus diálogos
toda la discriminación, el abuso y la injusticia que cunde en la capital.
Finalizan el espectáculo, todos los actores en escena en un emotivo epílogo que
invita a la oportuna reflexión.
Los directores Caparó y Palomino logran con
estas cinco breves historias de creación colectiva sobre nuestra Kapital dentro
del Club de Teatro de Lima, lo mismo que Mario Ballón y Nudos Teatro con
Generación en liquidación (2007) en el Teatro de Cámara. Acaso el mayor reto de
los actores y directores haya sido el de haber cuadrado exactamente la duración
de las tres escenas en simultáneo, sin por ello afectar la veracidad y
coherencia de las mismas. Kapital no solo revive literalmente al Club del Sr.
D’Amore, sino que nos ofrece un efectivo mosaico teatral que desnuda las
carencias y falencias de nuestra tan ultrajada y violenta Lima. El grupo El
Sótano se las trae.
Sergio Velarde
18 de noviembre de 2014
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