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miércoles, 9 de abril de 2014

Crítica: LAS FORMAS PERIMIDAS

El teatro dentro del teatro.

Teatro del Riesgo es un colectivo que nació en el 2010, partiendo de laboratorios de investigación sobre diversos textos, teniendo al actor físico como herramienta de exploración. Su primera propuesta fue Tú no entiendes nada (2011) de Juan José Oviedo, en el que el trabajo corporal desplegado por los actores acaparaba más la atención que el texto mismo. Carne de mujeres (2013) de Paco Caparó funcionó al retirarles las máscaras a las actrices participantes, para mostrárnoslas como seres humanos de carne y hueso, con todos sus defectos y virtudes. Y si bien en los montajes mencionados, el “riesgo” que colectivo teatral corría se hallaba en las formas de presentar sus espectáculos, ahora en su nueva propuesta se arriesga el fondo mismo de la puesta en escena.

Las Formas Perimidas, escrita por el dramaturgo argentino Guillermo Difilippo, y basado a su vez en la obra del gran Pirandello, vuelve sobre la idea del personaje como ente independiente, como ya lo hiciera el Nobel italiano en su obra máxima Seis personajes en busca de autor, estrenada en 1921. En Las Formas Perimidas, el autor ya se encontró, y los personajes se hallan condenados a repetir la misma historia noche tras noche al abrirse el telón, mientras los verdaderos “actores” se encuentran desempleados y maquinan una revuelta. Por un lado, Dina está perdidamente enamorada, a pesar de las quejas de su hermana viuda, de su inquilino llamado Tulio Butti. Pero él no le presta atención a Dina, sino a Margarita, una guapa señora a la que observa por la ventana todos los días, mientras cena con su marido y sus hijos. El hilo narrativo se ve interrumpido constantemente, cuando los personajes deciden rebelarse y adquieran voluntad propia. Se percibe dentro del montaje la exageración propia del melodrama, pero que podría ser más trabajada aún para el beneficio del mismo.

El director Jonathan Oliveros (actor en los anteriores montajes de Teatro del Riesgo) consigue una puesta limpia y ordenada, que aseguramos, logrará una mayor autenticidad y dinamismo con el correr de la temporada, debido al riesgo asumido al montar una obra con lenguaje meta-teatral. Los personajes de la obra, interpretados por Katherina Sánchez, Daniela Rodríguez, Cintia Díaz del Olmo, Gerardo Cárdenas y Daniel Zarauz, tienen el suficiente carisma como para volver interesantes las distintas sub-tramas que ofrece la obra. Ricardo Morante, quien interpreta al autor-director de la obra dentro de la obra, convence como el personaje “real” dentro del montaje. Los “actores” que protestan antes y después de la función tienen la difícil misión de ser orgánicos y verídicos, para redondear el montaje (esos gritos para los burgueses deben trabajarse). Las Formas Perimidas no deja de ser un simpático espectáculo, del que vale la pena su visionado.

Sergio Velarde
09 de abril de 2014

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