Lograda comedia divina y reflexiva
El grupo Pasión Mystica Teatro viene desarrollando una trayectoria
interesante, presentando montajes que van mejorando de calidad en cada uno de
sus proyectos estrenados. Desde su muy irregular debut con La pasión de Cristo
(2008), el avance resulta evidente: Réquiem para 7 plagas (2008) de Gregor Díaz
fue la necesaria corrección que enrumbó el camino; y las dos temporadas de
Tereza, la Bruja, el Sapo y el Lago (2009, 2012) constituyeron dignos esfuerzos
que consolidaron al colectivo. Acaso su mayor logro escénico sea Octubre Negro
(2010), una entretenida adaptación del Otelo a la realidad peruana, escrita por
Martín Abrisqueta y dirigida por Juan Carlos Díaz. Justamente la dupla regresa
con recargados brillos en el estreno de Mi buen amigo Judas, versión libre del cuento costumbrista A la diestra de
Dios padre del colombiano Tomas Carrasquilla, que también fue llevado a escena
por Enrique Buenaventura.
Ambientada en la sierra peruana, específicamente en el Yungay actual,
la historia se centra en la vida de dos hermanos llamados Judas y María Magdalena, sobrevivientes del terrible terremoto que azotó el lugar en 1970.
Él regresó a su pueblo para dedicarse a ayudar a los más necesitados, mientras
que ella está más preocupada en conseguir marido. Judas es puesto a prueba;
pero al evitar la tentación, recibe un inusual premio: tres deseos, que le
permitirán detener indefinidamente a la Muerte, liberar a las almas del Purgatorio,
y juntar en el Cielo a justos y pecadores. El mismísimo Todopoderoso aparecerá
al final para poner orden y escuchar la versión de Judas, que finalmente
alcanzará la redención.
Como ya es costumbre en los montajes dirigidos por Díaz, el ritmo no
decae en ningún momento y se aprecia una dirección de actores que potencia sus
capacidades. Santiago Moreno y Jacqui Chuquillanqui resultan excelentes como la
pareja protagónica; él, enérgico y convincente; ella, carismática y divertida.
Los mendigos que interpretan Ángel Morante, Paul Beretta y Kike Saco Vértiz
definen bien sus personalidades. Martin Abrisqueta y Javier Quevedo se
divierten a sus anchas, cada uno en su doble papel. Y Américo Zúñiga y Azucena
Prieto interpretan con corrección a los representantes del bien y del mal,
respectivamente. Mi buen amigo Judas no puede empezar mejor, con la concurrida procesión
seguida de la fiesta patronal, en el patio de la Asociación de Artistas
Aficionados. Una divertida y conmovedora historia es la que nos presenta Pasión
Mystica Teatro, que bien vale la pena apreciar.
Sergio Velarde
12 de octubre de 2013
Asistí a la obra y Pasión Mystica nos mostró un bello espectáculo y fue sorprendente que como público participemos en la procesión patronal;
ResponderEliminarMe encantó esa obra 😍
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