“De ser como soy, me alegro”: Recordando a Nicomedes Santa Cruz
Con motivo del centenario del nacimiento
del poeta peruano Nicomedes Santa Cruz, la directora Silvia Bando Landa, junto
con MONTAJE SUR, Florencia Rivas y Sandra Epequin, ponen en escena un homenaje
teatral que nos lleva por la vida del famoso decimista, entre otros oficios,
enseñándonos cada faceta y situaciones por las que tuvo que pasar, resaltando ese
lado tan humano y artístico que los caracterizaba.
Compuesta por cuatro actos, la obra se distingue
por ser bastante didáctica con el público, se evidencia el gran esfuerzo por no
solo mostrar o enseñar lo que hizo el poeta, sino que va más allá, se busca
conectar con las personas, que no lo sientan como un personaje lejano o
inalcanzable, sino como alguien cercano, casi como un amigo o vecino, alguien
con quien logras empatizar, y sus versos también se sienten cercanos. Al
momento de entrar a la sala, a cada espectador se le da una décima escogida al
azar, lo cual demuestra la dedicación y cariño que le pusieron a la elaboración
de la obra. Además, siguiendo con el hilo de crear un ambiente familiar o de
vecindad entre los que estábamos en la sala, la historia es narrada por cuatro
canillitas que hacen de vecinos del poeta; es decir, es como una historia narrada
de voz en voz, típico de los relatos orales o cotilleos de barrio.
A lo largo de la representación, el
espectador es testigo de cómo va creciendo Nicomedes y va cambiando de
entornos, todo esto acompañado de la infaltable música que invita a bailar y
cantar tanto a los actores como al público. Además, destaca el emotivo momento
en el que aparece Victoria Santa Cruz, hermana de Nicomedes, interpretada por
Flavia Avilés, con su popular “Me gritaron negra”. Asimismo, también es
importante reconocer el esfuerzo por parte de la directora para incluir
elementos nuevos que ayuden a contar la historia y conectar: se utilizó una
pantalla donde se proyectaron portadas de periódicos que hablaban del poeta o
diversas imágenes que, sumado al vestuario adecuado, ayudaban a ambientar en el
contexto. En general, la obra representa bien los cambios que hubo en la
sociedad, cómo las diferencias de clases y discriminación fueron parte de la
causa por la cual Nicomedes fue poco a poco apartado e infravalorado.
Es un espectáculo que no omite ni un solo
detalle de la biografía de Nicomedes, pero eso no la convierte en una clase de
colegio de historia ni mucho menos aburre a las personas que van a verla; por
el contrario, uno se siente un poco como un niño en el teatro, como si
estuvieras escuchando a un cuentacuentos y todo lo que imaginas aparece sobre
el escenario. Es una puesta en escena que motiva a no volver dejar escapar a
este poeta y que se hable más de él, que no se olvide de nuevo, pues los temas
sobre los cuales escribía siguen vigentes, y qué mejor que recordar el pasado
para ver mejor el futuro a través de los ojos de Nicomedes.
Barbara Rios
8 de junio de 2025
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