La sociedad al borde del colapso
Han pasado cuatro años y parece que la gran
mayoría ya se olvidó que vivimos una pandemia. Nos desensibilizamos con la
crisis política, nos olvidamos que la gente moría en la calle, que las clínicas
cobraron millonadas, que la clase política buscó salvarse primero, que se
intentó ganar dinero a costa de la desesperación de la gente, etc. Cuatro años
de una pesadilla de la cual se evita hablar. Cuatro años de evitar reflexionar
sobre un evento real que desnudó las desigualdades y precariedades más
profundas de este modelo neoliberal pegado con baba, que más temprano que tarde
(lo podemos ver ahora) está destinado a colapsar.
En Señor
Ministro de Salud ¡¿qué hacer?!, dirigida por Tirso Causillas e
interpretada por Nani Pease, Emanuelle Caffo y Mehida Monzón se aborda y se
repasa a modo de teatro documental el Perú al borde del colapso con la pandemia
del COVID - 19. A través de una creación colectiva con testimonios y una puesta
en escena física profundizamos en la mentira del milagro económico peruano a puertas
del bicentenario, pero que en la realidad siempre ha estado a punto de
estallar. Lo más valioso de la obra es que no se nos habla de lugares comunes.
Si bien enumera eventos terribles que por repetirlos nos terminaba
desensibilizando, lo que busca es presentarnos un viaje emocional exhibiendo
los rostros más allá de las cifras. Si hace cuatro años se repitió hasta el
hartazgo el número de muertes por día, el número de contagios para aplanar la
curva, las indicaciones de prevención, etc. terminamos por desensibilizarnos;
pero estos números que repetimos siempre tuvieron rostros. Cuentan historias de
personas a calles de distancia que lo perdieron todo, la historia del vecino
que perdió a su padre sin despedirse, la de la señora que pierde al amor de su vida,
la de la enfermera que muere al mostrar un segundo de humanidad. Todo eso por
culpa de un país que siempre iba a colapsar, pero que no quisimos mirar.
Resulta valiosísima una obra como esta que
hace memoria de un evento catastrófico en el país que por doloroso no se
intenta recordar. Resulta valiosísimo en tiempos donde las crisis políticas,
sociales y económicas se agravan, y donde la clase media no protesta cuidando
lo poco que tiene. ¿Es que acaso nos hemos olvidado de lo que pasó hace cuatro
años? El egoísmo que tuvimos como sociedad nos reventó en la cara. Las grietas
de este sistema neoliberal siempre estuvieron allí. Un sistema de salud
precario, una clase política extremadamente corrupta y un sistema económico
informal son solo algunas de las bombas de tiempo con las que cargamos. Estamos a una crisis de que vuelva a colapsar
todo. ¿Habremos aprendido algo de la pandemia? ¿O seguiremos pensando que el
2020 fue una pesadilla?
Gabriel
Calderón
18 de octubre de 2024
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