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viernes, 30 de agosto de 2024

Crítica: EL MUNDO DE ESTELA LUNA


Eva, cincuenta y tres años después

Me preguntaba, mientras esperaba la obra, por qué Alumbra Producciones había decidido titularla El mundo de Estela Luna, en lugar de su título original: Eva no estuvo aún en el paraíso. Sin embargo, a medida que avanzaban los diferentes cuadros de la obra, solo podía resonar en mi cabeza la antigüedad de la obra, y lo mucho que el mundo que Estela Luna imaginó sigue presente y hasta incluso, ha agarrado fuerza.

La obra se divide en pequeñas secciones que muestran la manera en que distintos aspectos de la sociedad colocan a la mujer en una posición constante de servilidad e inferioridad. Son textos directos, sin tapujos, y muchas veces con imágenes muy directas. Aquí la particularización por parte del elenco para sacar la mayor potencia del texto de Luna falló un poco, en especial al inicio, pero fue ganando fuerza a medida que avanzaban las escenas y los actores se prestaban más para jugar dentro de ellas.

Esa burla era, a fin de cuentas, el mayor propósito de Luna con su texto: denunciar a través de señalar el ridículo de la sociedad y sus reglas disparejas entre hombres y mujeres. Es notorio, pues, que una de las mejores escenas del montaje sea con las actrices soltando slogans ridículos (pero bien reales) mientras ofrecen productos para perder o ganar peso. Considerando la obra como la culminación de un taller montaje, la elección de una obra con diferentes cuadros también le dio la oportunidad al elenco de alternar entre distintos personajes, y es cuando logran introducirse en estos y los construyen con cuidado y ritmo que más sacan a relucir su potencial y capacidad para romper sus propios esquemas.

El mundo de Estela Luna es un reflejo de la capacidad que tenía su autora para apreciar la realidad y exponerla. Cincuenta y tres años después de la publicación original de Eva, sus imágenes no podrían llamarse exageradas sino reales. Eva es juzgada por su género desde el momento en que nace, y es fuerte ver cómo tanto Estela como las actrices del hoy continúan empatizando con su dolor. La obra mantiene su vigencia y sirve como catalizador para que este grupo de actores desarrolle su plasticidad y sus particularidades en el escenario.

José Miguel Herrera

30 de agosto de 2024

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