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sábado, 11 de mayo de 2024

Crítica: EL AMOR DEL DESAMOR


Complejidades del corazón

La dramaturga boliviana Laura Derpic consigue, con su pieza El amor del desamor (2021), una interesante exploración de las relaciones humanas entre una pareja en horas muy bajas, pero aderezada con las personalidades de los propios actores que nos representarán el drama. La mayor fortaleza de la puesta en escena, actualmente en temporada en el Club de Teatro de Lima, es la de desdibujar progresivamente la línea que separa a los intérpretes de sus respectivos personajes; de esta manera, la tensión y el interés se sostienen, comprobando que, efectivamente, las complejidades en las relaciones de pareja constituyen un tema de inacabable interés.

El escenario aparece delimitado con un armado rectangular, que representa el departamento que compartía la expareja y que ahora se encuentra repleto de cajas de mudanza. Se escuchan en off testimonios de otras parejas, entre experiencias románticas y difíciles, que anticipan la línea que seguirá el montaje. Luego de la tercera llamada, entran los actores Isabel Chappell y Diego Bronstein para anunciar que la trama se centrará en Ana (Chappell) y su difícil separación de Luis (Bronstein). Esta propuesta brechtiana funciona, pues lejos de “alejarnos” de la historia central, nos involucra por completo en su ruptura sentimental, que bien podría ser la de cualquiera. Con cada función, esta introducción y toda la primera escena dramática en el departamento, con los actores ya en personajes, irá ganando ritmo y convicción.

El director Renato Fernández, con una amplia experiencia como artista de stand up comedy, consigue las mejores secuencias desde el lúdico interrogatorio, con Bronstein fuera del escenario lanzando cuestionamientos acerca de algunos recuerdos “malinterpretados” a Chappell, y de ahí en adelante. Buen trabajo de ambos actores, carismáticos y comprometidos con sus personajes. El amor del desamor, como lo anticipa la paradoja en el título, no busca dar alguna respuesta lógica acerca de las relaciones amorosas; por el contrario, confronta al espectador con la poca lógica que esgrimimos todos (o casi todos) al iniciar cualquier vínculo sentimental con otra persona. Y es que las complejidades del corazón parecen ser infinitas.

Sergio Velarde

11 de mayo de 2024

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