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domingo, 28 de enero de 2024

Crítica: LA DAMA Y EL TIGRE y ASÍ SE ROMPE UN CORAZÓN


Propuestas minimalistas

La quinta temporada de Piso 1 Teatro completa el horario noche con las obras cortas La dama y el tigre y Así se rompe un corazón; ambas nos presentan una escenografía sencilla y minimalista, la cual invita al espectador a centrarse en la fuerza interpretativa de los actores, así como en la narrativa, que aborda temas como el amor y las diversas formas de relacionarnos en estos tiempos.

La dama y el tigre, escrita por el guionista Trace Crawford y dirigida por Arturo Huapaya, revela un particular encuentro entre un hombre que está leyendo en un parque y una mujer que aparece repentinamente pidiéndole que no la toque. Así, en medio de una extraña conversación que, entre diálogos hilarantes y los poemas de William Blake, detona una conexión que no esperaban. En el reparto, Ana Moloche y Esteban Philipps contrastan muy bien la energía y personalidad de sus personajes; por un lado, él es un hombre tímido y se desencaja ante la presencia de esta mujer dramática, que habla sin parar y está decidida a entablar una conversación de una forma poco común. Respecto a la escenografía, se caracteriza por la simpleza: el juego de luces y una banca; por ello, la atención recae en la interpretación y la historia, las cuales reflejan las distintas y riesgosas maneras de romper el hielo e iniciar una conversación.

De otro lado, Así se rompe un corazón de Federico Abrill, bajo la dirección de Joaquina Maldonado, gira en torno a una jovencita cuyo roto corazón y personalidad introvertida son la combinación perfecta para aventurarse a probar una estrategia diferente para volver a salir con alguien, contratando a un actor que interprete distintos personajes con los que ella conversa, en su intento por recuperar su autoconfianza. Actúan Yamilé Gonzales y Bryan Sanchez, quienes como en la entrega anterior, también contraponen energías, pues mientras Sanchez tiene a su cargo varios personajes con distintos matices, Gonzales mantiene en todo momento la candidez de su personaje. En el caso de la escenografía no hubo, a excepción de un anaquel para la ropa y una banca; tal vez, jugar con las luces o incluir algún efecto sonoro hubiera enriquecido la propuesta, que no decepciona y refleja la complicidad de los actores en escena.   

Maria Cristina Mory Cárdenas

28 de enero de 2024

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