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jueves, 9 de noviembre de 2023

Crítica: LAS MALAS INFLUENCIAS


La sociedad del espectáculo

La société du spectacle fue una teoría social proclamada por el filósofo Guy Debord y afirmaba que la vida social se puede entender como la declinación de ser en tener, y de tener en simplemente parecer. Según él, esto pasa en el momento histórico en el cual la mercancía completa su colonización de la vida social. Mario Vargas Llosa retomó esta idea es su reciente libro La civilización del espectáculo. Personalmente, siempre me ha interesado cómo las redes sociales generan realidades y narrativas paralelas. Existe abundante literatura científica de cómo estas generan casos de ansiedad y depresión en los jóvenes y todo esto, bajo una lógica muchas veces controversial del algoritmo que nos dice a qué influencer seguir.

La dramaturgia de la puesta fue ligera y con pocos conflictos, lo cual hacía que sea pedagógico para públicos más jóvenes. Me pareció muy inteligente la dirección de Alejandra Núñez, pues la manera cómo distribuía los elementos en el espacio era óptima y se economizaba en utilería. Yo creo que menos es más, cuando hablamos de escenografía. Me dejó una buena impresión el trabajo de las actrices. La historia fue fácil de entender, y valoro que hayan peruanizado los diálogos. La música fue muy contemporánea y me gustó que representaran géneros tan antagónicos estéticamente, así como fueron las personalidades de los personajes.

Las actuaciones fueron claras y con voces equilibradas. Resalto el trabajo de Rosilú Osorio como Camila, pero creo que le faltó ponerle más intenciones de cinismo y maldad a su personaje; en las primeras escenas era claro que buscaba manipular a su amiga. Por otro lado, Rocío Montesinos hizo creíble su papel de Laura, una académica frustrada con un trabajo superfluo para poder comer. A pesar de que el autor le daba un contexto adverso, su personaje nunca se quebró en sus convicciones y la actriz hizo que esto sea claro para el público. El final de la historia (que no contaré para no hacer spoiler) fue inesperado y en eso radica precisamente la magia del teatro. El epílogo generó muchas reflexiones sobre hasta qué punto las redes sociales tienen un límite y este depende enteramente de nosotros. ¿Por qué tenemos que ser siempre las víctimas del sistema? Al fin al cabo, nadie nos obligó a estar en una red social.

Felicitaciones al naciente grupo Impulso Colectivo por este interesante montaje de Las malas influencias. Muchos éxitos en sus trabajos.

Enrique Pacheco

9 de noviembre de 2023

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