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viernes, 7 de julio de 2023

Crítica: EL PRESIDENTE MÁS FELIZ


Sobre politica y sensorialidad

Como parte del Festival Sótano 2 de la Universidad del Pacífico se estrenó el montaje El presidente más feliz, obra ganadora del Concurso Anual de Proyectos de Creación PUCP 2022. Esta obra fue dirigida por Cristina Velarde, y contó con las interpretaciones de Miguel Campana, Fernando Escudero, Jesús Sulca, Mariel Tamayo, Cristina Velarde y Luis Vizcarra. Este proyecto escénico plantea una nueva perspectiva del ejercicio de autoridad y del sentir de desamparo por parte de los ciudadanos a través de la danza, el humor y el sarcasmo. 

El bien común o el interés propio. Este es uno de los principales conflictos tratados en este proyecto, el cual trae a escena el sentir de un país cuyo liderazgo carece de propósito. Es bien sabido que el ejercicio del poder en nuestro país no es del todo inclusivo, y ese parece ser el eterno "karma" de nuestro sistema de gobierno. En esta obra se verán estos conflictos tratados desde una perspectiva particular: desde la danza, la composición corporal, el uso de elementos audiovisuales-sensoriales, entre otros recursos. Esta no es precisamente una obra convencional. Se podría decir que El presidente más feliz es un collage de estímulos sensibles que llevan al espectador a repensar los temas anteriormente expuestos desde la no-racionalidad. Es recomendable que el espectador se abra al viaje sensible que esta obra es capaz de liderar.

Este efecto casi performático fue logrado gracias a la precisión de movimiento de cada uno de los actantes. Todo el elenco se "convertía" en materias diferentes a través de la narración: cada parte del cuerpo y cada contacto entre ellos estaba lleno de precisión y significado. Es aplaudible el nivel tan prolijo de precisión técnica en el uso de elementos audiovisuales y elementos, como las telas en escena: pocas veces he visto tal nivel de eficiencia en ese sentido. Ha sido interesante, además, ver que el elenco fue conformado por artistas de distintas generaciones, lo cual enriquecía la interacción entre las distintas energías de los actantes. 

El presidente más feliz es un montaje lleno de imágenes. El espectador sale con la sensación de haber reconocido referentes del día a día político, pero sin el sinsabor que muchas veces esos temas traen. Es reconfortante ver una propuesta tan estimulante y arriesgada como esta, pues ofrece una perspectiva poco convencional de un tema tan necesario como lo es la política de hoy, y cómo esto nos afecta como ciudadanos.

Stefany Olivos

7 de julio de 2022

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