Descubrir una historia
Las convenciones del teatro han
acostumbrado al público a ser receptores contemplativos de un hecho escénico,
es decir, el espectador no tiene mayor implicancia que la de ser testigo de la
historia que los actores encarnan en escena. Sin embargo, las experiencias
contemporáneas nos ofrecen distintas posibilidades. Tal es el caso de Algo que parecía bueno pero no lo fue, una
singular experiencia autoteatral inmersiva, en la cual el espectador es el
protagonista.
Esta creación fue producida por Zip Zap, con
la dramaturgia sonora de Favio Rojas, a cargo de Anónima Colectiva, conformada
por Alessandra Rivas, Mayra Carbajal, Stephany Moreno y Valeria Manucci, quienes
intervinieron algunos espacios de la librería Placeres Compulsivos en Barranco,
acondicionándolos para una experiencia en dupla. El formato está diseñado
mediante audios indicativos, por ello el uso de la tecnología es indispensable
(tener un celular con internet y audífonos). Una vez que la pareja se instala
en su espacio, tiene a su alcance diversos objetos que serán utilizados
mediante las indicaciones del audio. Este detalle fue bien pensado por parte
del colectivo, pues todo estaba delimitado: las instrucciones, las pausas, los
objetos; sin duda, un trabajo minucioso, que si bien, como toda nueva
experiencia tuvo algunos obstáculos, fueron resueltos con amabilidad por parte
del staff.
Lo interesante del proyecto es la
develación de la historia que se va construyendo a partir del audio y los
objetos; la trama gira en torno a una Lima distópica del 2034, entonces los
participantes se ven envueltos en una investigación promovida por el Estado,
descubriendo una relación entre los personajes propuestos. Los temas que se
tratan reúnen intereses sociales, como la industrialización de los alimentos,
el ejercicio del poder que se ha instaurado en nuestras relaciones
interpersonales y el consumismo.
Algo
que parecía bueno pero no lo fue fue una agradable
experiencia de primera mano, que además de presentar este novedoso formato del
autoteatro*, es una buena excusa para fortalecer nuestros propios vínculos,
pues el compartir con otra persona esta vivencia resulta muy divertido. Lo que
se recomendó fue asistir con alguien conocido, pero puedo decir que en mi caso
funcionó pasar por el experimento con alguien a quien no conocía. Se agradece
el trabajo de investigación y la apuesta por nuevas experiencias artísticas,
por parte de Anónima Colectiva, un grupo de mujeres jóvenes que seguro
aportarán mucho más al medio artístico.
Maria
Cristina Mory Cárdenas
24 de julio de 2023
*Artículos
sobre el autoteatro:
https://revistaseug.ugr.es/index.php/sobre/article/view/21517
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