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domingo, 2 de abril de 2023

Crítica: DOCE HOMBRES EN PUGNA


Potente juego escénico  

Ante la acusación de asesinato a su padre, un joven es llevado a juicio, enfrentando la pena de muerte. Doce hombres integrantes del jurado tienen la gran responsabilidad de debatir acerca de su culpabilidad, o tal vez, encontrar una duda razonable que los lleve a presumir su inocencia; sin embargo, la decisión deberá ser unánime. Bajo este argumento, Del Bardo Escuela de Actuación presenta, como proyecto final de graduación de la XII promoción de su Programa de Formación Actoral, una interesante versión de la película Twelve angry men, dirigida por Sidney Lumet (1957), albergada en la Sala Quilla ubicada en Barranco.

La dirección de la obra está a cargo de Franco Iza, quien propone un retador juego escénico en el que destacan la dualidad de roles, que cada actor defiende con precisas construcciones, además de la cercana interacción que mantienen los personajes y el público (ubicado en la parte central), como si formaran parte del jurado. Por otro lado, el espacio es bien aprovechado para el desplazamiento y ejecución de las acciones; la sencillez de los recursos escénicos como la mesa, el juego de luces y el vestuario neutro, que a su vez apoya el cambio de roles, convierten a este texto complejo y extenso, en una puesta potente y dinámica, sostenida con aplomo por el elenco conformado por Bruce Oré, César Ruiz, Daniel Suárez, Manuel Chiock, Raúl Rodríguez y Ramiro Villena.

Doce hombres en pugna es una pieza teatral que nos invita a cuestionarnos acerca de los valores, prejuicios, creencias y distintas personalidades que existen en nuestra sociedad; tratándose de un tema aún controversial como lo es la pena de muerte, tarea nada sencilla para continuar reflexionando. Insisto en felicitar el riesgo que toma Iza, al crear una atmósfera ágil y fresca, donde prevalecen las interpretaciones, con todos los retos que implica un proyecto de graduación. Si tuviera algo que mencionar sería el tema de los cambios seguidos de asiento de los jurados, que hacia el final ya se agotaron como recurso, aunado al hecho de que, particularmente, me perdí en la última votación que daba lugar al veredicto final. Fuera de estos detalles, observar un trabajo escénico renovado y novedoso, defendido por competentes actores, se agradece. ¡Felicidades a los egresados!

Maria Cristina Mory Cárdenas

2 de abril de 2023

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