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lunes, 6 de febrero de 2023

Crítica: EL AMANTE


La crisis de los diez años

Ganador del Premio Nobel de Literatura en 2005, el notable escritor británico Harold Pinter ha dejado una abundante e influyente producción dramática que sigue cautivando a nuevas generaciones. Una de sus obras menores, El amante (The Lover, 1962), fue la elegida para el debut como directora de la joven actriz Almendra De Los Ríos (a quien vimos en el rol titular de Medea el año pasado), quien con mucha creatividad realizó una propia versión. Con algunos detalles por revisar y pulir, los resultados de esta nueva adaptación del texto de Pinter no dejan de ser interesantes, gracias a un inspirado elenco y a una propuesta que intenta salir de lo convencional.

Si bien otros montajes de la misma obra ya lo hicieron con anterioridad, no deja de resultar singular el que los mismos protagonistas de la puesta, Sarah (Daniela Trucíos) y Richard (Patricio Villavicencio), sean los mismos anfitriones que inviten a ingresar al público espectador a una reunión “sorpresa” de aniversario por sus primeros diez años de matrimonio, en la íntima sala de espera de La Vaca Multicolor en Lince. Luego de compartir unos tragos, se nos informa que debemos entrar al salón principal y es ahí en donde se rompen los convencionalismos para los que acudimos con frecuencia a las salas teatrales: primero, debemos encontrar pacientemente la silla que tiene nuestro nombre y además, ubicar un mensaje escrito debajo de nuestro asiento. ¿Existe una justificación válida para estas misiones? Pues sí, ya que al igual que el espectador, Sarah y Richard también buscarán de manera poco convencional escapar de la rutina diaria, para así salvar su matrimonio.

“Me voy a trabajar. ¿Viene hoy tu amante?”, pregunta Richard con absoluta normalidad. Ese es el inicio para convertirnos, los espectadores, en una suerte de voyeurs de la muy curiosa manera de la pareja para mantener viva la llama de su “amor”. Trucíos y Villavicencio hacen creíble esta turbia relación, aprovechando las palabras, las miradas, los gestos y los silencios que ofrece el texto; y también el par de sorpresas que aparecen hacia el final. Corrigiendo algunos detalles, como aterrizar la historia en un tiempo y espacio determinado (¿estamos en la Windsor de los sesenta o en la Lima de los dos mil veintes?) y cuidar la estética del salón principal de una pareja supuestamente acomodada, esta nueva adaptación de El amante, producida por el colectivo Insania, es un prometedor inicio como directora de De Los Ríos, quien supo entender y replicar con acierto la crítica hacia los convencionalismos sociales propia del autor.

Sergio Velarde

6 de febrero de 2023

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