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domingo, 12 de febrero de 2023

Crítica: ARGUMENTO CONTRA LA EXISTENCIA DE VIDA INTELIGENTE EN EL CONO SUR


La paradoja de la violencia

En mi breve viaje a Santiago de Chile, quedará marcada en mi memoria esta pieza de teatro independiente: Argumento contra la existencia de vida inteligente en el Cono Sur de Santiago Sanguinetti, la cual ha sido reestrenada en varias ocasiones por el colectivo Teatro Catástrofe. Lo más potente de la obra fue el mensaje: si uno espera encontrar una apología a la violencia, está totalmente equivocado, pues el montaje nos conduce a una reflexión seria de los caminos que lleva la violencia política, pero con un lenguaje inteligente, humor y sátira.

En una habitación de la ciudad de Montevideo, un grupo de estudiantes universitarios deciden realizar un atentado para, dentro de una lógica infantil, vencer al capitalismo. Sofía (Consuelo Pinilla), Manuel (Raúl Riquelme), Erica (Rocío Canales) y Mateo (Linus Sánchez) traman un plan para hacer una acción de armas, pero sin un sentido claro. Ahí está la paradoja de la violencia y el mensaje del montaje. Me encantó que al inicio de la obra, Mateo cante al público una muestra de trap bastante simpáticao. Es evidente que Sánchez tiene mucho talento.

Hablando de aspectos dramáticos, la escena surrealista que más me encantó fue cuando los protagonistas se pusieron las máscaras de los personajes de las caricaturas de los Warner Brothers (Wakko, Yakko y Dot). Por otro lado, el romance entre los personajes de Sofía y Manuel fue interpretado de manera muy original y elevaba al significado del amor a niveles muy profundos y sublimes. También la relación machista entre Erica y Mateo fue muy risible, irónica y con un cinismo particular. Sin embargo, la escena más potente es cuando Manuel, Erica y Mateo se ponen frente a la cámara realizando declaraciones perturbadoras en relación con el atentado. Uno reflexiona sobre los ultranacionalismos y la delgada línea de este y la pérdida de la empatía y humanidad. Me pareció gracioso el momento en el que Erica se sale de la cámara por unos instantes. Fue interesante que se mencionara a José Carlos Mariátegui y Aníbal Quijano, importantes pensadores progresistas peruanos y muy leídos en toda Latinoamérica, aunque me pareció aún más cómico cuando Canales emula el acento peruano.

Como crítica constructiva puedo mencionar lo siguiente: en la escena frente a la cámara, Mateo menciona que el ficticio magnicidio sería contra Daniel Matamala, un periodista de televisión muy conocido en Chile. En el texto original, mencionan a Sandino Núñez, un filósofo epistemológico y controversial uruguayo; creo que muy alejado de la figura de Matamala. Adicionalmente, el video del final no se entendió, debido a que en el texto original de Sanguinetti, se indica que aparecen en las noticias Erica y Mateo realizando el atentado; en cambio, en el montaje simplemente pusieron algunas noticias con poca relación con el suceso.

Estéticamente la escenografía fue increíble, así como las luces y el sonido. En total había tres escenarios y un mismo espacio y daba efectivamente la sensación de estar en una catástrofe como el nombre del colectivo. Me parecía muy curioso el reloj sobre la pared, pues a medida que pasaban las escenas la hora cambia tal como indica el dramaturgo en el texto. Adicionalmente, me encantó que Sofía llevara un polo con la imagen de la famosa teórica del feminismo Simone de Beauvoir.

Finalmente, debo mencionar que la obra tiene muchas reflexiones sobre la violencia, pero la que particularmente me quebró fue el texto de Sofía mientras discutía con Manuel: que la vida es demasiado corta para andar pidiendo permiso. La vida es demasiado corta y ser bueno lleva mucho tiempo. El mundo es estúpido y nosotros, somos el mundo. Manuel duda sobre el atentado y concluye que solo será para peor. Esta escena final es desgarradora, pues descubren que no tiene sentido la violencia por violencia.

Felicito a Teatro Catástrofe por el montaje y a Teatro del Puente por el espacio. Me pareció curioso que el costo de las entradas sea cuatro mil pesos para estudiantes y personas de tercera edad y seis mil pesos en entrada general. El equivalente a diecinueve y veintiocho soles respectivamente. Me parecieron precios bastante justos en relación con Lima. Si esto se trata de una política de subvención, me parece muy buena.

Enrique Pacheco

12 de febrero de 2023  

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