La paradoja de la violencia
En mi breve viaje a Santiago de Chile, quedará marcada en mi
memoria esta pieza de teatro independiente: Argumento
contra la existencia de vida inteligente en el Cono Sur de Santiago
Sanguinetti, la cual ha sido reestrenada en varias ocasiones por el colectivo Teatro
Catástrofe. Lo más potente de la obra fue el mensaje: si uno espera encontrar
una apología a la violencia, está totalmente equivocado, pues el montaje nos
conduce a una reflexión seria de los caminos que lleva la violencia política,
pero con un lenguaje inteligente, humor y sátira.
En una habitación de la ciudad de Montevideo, un grupo de
estudiantes universitarios deciden realizar un atentado para, dentro de una
lógica infantil, vencer al capitalismo. Sofía (Consuelo Pinilla), Manuel (Raúl
Riquelme), Erica (Rocío Canales) y Mateo (Linus Sánchez) traman un plan para
hacer una acción de armas, pero sin un sentido claro. Ahí está la paradoja de
la violencia y el mensaje del montaje. Me encantó que al inicio de la obra,
Mateo cante al público una muestra de trap
bastante simpáticao. Es evidente que Sánchez tiene mucho talento.
Hablando de aspectos dramáticos, la escena surrealista que
más me encantó fue cuando los protagonistas se pusieron las máscaras de los
personajes de las caricaturas de los Warner Brothers (Wakko, Yakko y Dot). Por
otro lado, el romance entre los personajes de Sofía y Manuel fue interpretado
de manera muy original y elevaba al significado del amor a niveles muy
profundos y sublimes. También la relación machista entre Erica y Mateo fue muy
risible, irónica y con un cinismo particular. Sin embargo, la escena más
potente es cuando Manuel, Erica y Mateo se ponen frente a la cámara realizando
declaraciones perturbadoras en relación con el atentado. Uno reflexiona sobre los
ultranacionalismos y la delgada línea de este y la pérdida de la empatía y
humanidad. Me pareció gracioso el momento en el que Erica se sale de la cámara
por unos instantes. Fue interesante que se mencionara a José Carlos Mariátegui
y Aníbal Quijano, importantes pensadores progresistas peruanos y muy leídos en
toda Latinoamérica, aunque me pareció aún más cómico cuando Canales emula el
acento peruano.
Como crítica constructiva puedo mencionar lo siguiente: en
la escena frente a la cámara, Mateo menciona que el ficticio magnicidio sería contra
Daniel Matamala, un periodista de televisión muy conocido en Chile. En el texto
original, mencionan a Sandino Núñez, un filósofo epistemológico y controversial
uruguayo; creo que muy alejado de la figura de Matamala. Adicionalmente, el
video del final no se entendió, debido a que en el texto original de Sanguinetti,
se indica que aparecen en las noticias Erica y Mateo realizando el atentado; en
cambio, en el montaje simplemente pusieron algunas noticias con poca relación
con el suceso.
Estéticamente la escenografía fue increíble, así como las
luces y el sonido. En total había tres escenarios y un mismo espacio y daba
efectivamente la sensación de estar en una catástrofe como el nombre del
colectivo. Me parecía muy curioso el reloj sobre la pared, pues a medida que
pasaban las escenas la hora cambia tal como indica el dramaturgo en el texto.
Adicionalmente, me encantó que Sofía llevara un polo con la imagen de la famosa
teórica del feminismo Simone de Beauvoir.
Finalmente, debo mencionar que la obra tiene muchas
reflexiones sobre la violencia, pero la que particularmente me quebró fue el
texto de Sofía mientras discutía con Manuel: que la vida es demasiado corta
para andar pidiendo permiso. La vida es demasiado corta y ser bueno lleva mucho
tiempo. El mundo es estúpido y nosotros, somos el mundo. Manuel duda sobre el
atentado y concluye que solo será para peor. Esta escena final es desgarradora,
pues descubren que no tiene sentido la violencia por violencia.
Felicito a Teatro Catástrofe por el montaje y a Teatro del Puente por el espacio. Me pareció curioso que el costo de las entradas sea
cuatro mil pesos para estudiantes y personas de tercera edad y seis mil pesos
en entrada general. El equivalente a diecinueve y veintiocho soles
respectivamente. Me parecieron precios bastante justos en relación con Lima. Si
esto se trata de una política de subvención, me parece muy buena.
Enrique Pacheco
12 de febrero de 2023
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