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martes, 11 de octubre de 2022

Crítica: LA EMPRESA PERDONA UN MOMENTO DE LOCURA


Capitalismo perverso

Escrita en 1974, La empresa perdona un momento de locura del dramaturgo venezolano Rodolfo Santana (autor también de aquella pieza tan subestimada como lo es Baño de damas, 1986) es un texto que no ha perdido un ápice de trascendencia. El diálogo entre aquel golpeado obrero y la psicóloga de la fábrica para la que trabaja es solo el pretexto para mostrar las profundas heridas, desigualdades y atropellos laborales que vienen ocurriendo sistemáticamente a lo largo de los años y que tomará varias generaciones en sanar y corregir, siempre y cuando exista la verdadera voluntad de hacerlo. Es justamente la actual vigencia de esta propuesta de Santana, a casi medio siglo de su estreno, la que provoca verdadera desazón y que debería impulsar en nosotros una real vocación por el cambio.

Con más de veinte años de trabajo ininterrumpido en una fábrica metalúrgica, Orlando (Willy Gutiérrez) es testigo de un terrible accidente laboral, que lo hace enloquecer, realizar algunos destrozos en las máquinas y despotricar contra sus empleadores. Este hecho, evidentemente, no pasará desapercibido y es enviado al Departamento de Psicología para una evaluación. Es en esta entrevista realizada por la psicóloga (Airam Galliani) que nos enteramos de la triste historia de este hombre, golpeado por las circunstancias. Excelente el trabajo de Gutiérrez, un actor de trayectoria que sabe abordar complejos personajes como este; y muy bien Galliani, quien a pesar de su juventud le da la réplica precisa. Ambos consiguen hacer creíble esta confesión forzada acerca de los motivos de la desmedida reacción.

El director Johan Escalante se vale de una escenografía sencilla y funcional, así como del talento de sus intérpretes, para ir generando tensión: mientras conocemos el penoso pasado de Orlando, van apareciendo al mismo tiempo los oscuros intereses empresariales en las palabras de la psicóloga. La empresa perdona un momento de locura, que todavía podemos apreciar en la Asociación Cultural Campo Abierto de Miraflores, sigue siendo una crítica frontal hacia el capitalismo más extremo y la injusta relación que (varias veces) es aplicada entre trabajadores y empleadores. La mezquindad humana en el mundo laboral debe llevarnos obligatoriamente al debate y a la reflexión.

Sergio Velarde

11 de octubre de 2022 

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