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viernes, 5 de noviembre de 2021

Crítica: YUTA PADRE, OVEJA NEGRA y UN PROBLEMA DE DISTANCIA


La emoción y la palabra

Como anotábamos en reseñas anteriores, el formato de la videollamada no debería agostarse, mientras existan historias interesantes que merezcan ser contadas. Excluidas la presencialidad del público en las butacas y el contacto físico entre los actores, las posibilidades comunicativas en línea se vienen explorando y experimentando con mayor o menor fortuna, siendo acaso la interpretación del texto la principal y a la vez, la más tradicional. Es este formato el que utiliza con acierto Sebastián Villar Rojas, joven dramaturgo y director argentino, quien consigue conmover con tres espectáculos virtuales, en los que el manejo de texto se convierte en su mayor fortaleza.

Las tres puestas en escena de Villar Rojas, presentadas a través de videollamadas en vivo, giran en torno a los conflictos generacionales: tanto en Un problema de distancia como en Oveja negra aparecen los típicos desencuentros familiares; en la primera, padre e hijo tratan de ponerse de acuerdo con respecto a un delicado asunto de salud, mientras llueven los reproches de ambos lados; y en la segunda, dos hermanos diametralmente opuestos deben ponerse de acuerdo sobre su patrimonio familiar, ya que la pandemia alteró severamente sus planes. Ambas obras estuvieron interpretadas por los mismos actores, Julio Chianetta y Juan Biselli, a pesar de no tener vínculos sanguíneos en común. Curiosamente, en Yuta Padre, los actores sí son familia: Mario y Juan Vidoletti, padre e hijo en la vida real, le dan vida a dos artistas de épocas distintas que conversan sobre su sacrificado oficio, cada uno desde su propia perspectiva, hasta llegar a una confesión que cambiará su relación para siempre.

Villar Rojas arriesga con tres dilatadas conversaciones en línea, pero estas nunca se tornan repetitivas, gracias a los oportunos e ingeniosos giros dramáticos y además, a los actores convocados, capaces de convencer y conmover apoyados por una inmejorable interpretación de la palabra. En ese sentido, los cuatro artistas se sobreponen a las limitaciones pandémicas y permiten que el espectador se emocione con las historias presentadas a través de la pantalla y en tiempo real. Mientras esperamos el regreso presencial al 100% a las salas teatrales, propuestas virtuales latinoamericanas como las de Villar Rojas nos sirven para hacer la espera más llevadera.

Sergio Velarde

5 de noviembre de 2021

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