“Nada va a compararse con la magia de estar en el escenario.”
“Qué bonito fue cerrar el año así,” comenta Elihu Leyva,
ganador del premio del público como mejor de reparto por la obra Chami y la Ciudad Dorada, durante el evento de Oficio Crítico 2020. “Como le digo a varios
colegas, ha sido tan duro para todos los artistas escénicos y bueno, reconforta
que alguien siga creyendo en tu trabajo.” Elihu felicita a todos los compañeros que
recibieron este reconocimiento por su arduo trabajo. “Creo que los artistas
latinoamericanos luchamos mucho más que otros colegas de otros lados, eso la
gente no ve.” Con formación de cantante, Elihu trabaja desde los quince años cantando
en orquestas y participando en shows en café teatros, como el recordado
Satchmo. “Entre estos ir y venir conocí a gente de teatro, como a Regina
Alcóver, quien me habló de teatro y que me veía muy teatral en el escenario
cuando cantaba.”
Inicios en la actuación
Un amigo convence a Elihu de asistir a un casting en el 2010,
pues se estaba planeando un tributo a la serie norteamericana Glee. “Los actores
tienen que cantar obviamente, yo le decía que yo no he estudiado actuación,
solamente sé cantar,” recuerda. Sin embargo, pasó el casting e integró el
espectáculo musical al lado de otros actores cantantes como Miluska Eskenazi
(su futura compañera en Chami y la Ciudad Dorada). “Ese fue el impulso para
llevar clases de teatro,” refiere Elihu, quien ya había llevado talleres de
teatro muy cortos con Cesar Vargas y Fernando Bacovich. “Es entonces que decido tomar clases en Espacio Teatro Esencia con el maestro Gerardo Fernández para
conocer sobre todo, el teatro musical; me empieza a ir mejor en el teatro, hice
comerciales, todo comenzó a salir bien sin que lo haya planeado; en el camino
pude aprender de grandes maestros, como Mateo Chiarella, y Denisse Dibós en Preludio.”
Elihu, a sus 25 años, ya tenía una noción clara de cómo era la movida teatral
en la ciudad.
A veces, la familia se encuentra algo renuente cuando uno de los hijos decide seguir el camino artístico. En el caso de Elihu, él se encontraba estudiando Ciencias de la Comunicación y en paralelo Teología, pues entre sus planes estaba ser sacerdote. “Bueno, mi papá siempre me ha apoyado en todo, pero sí me costó explicarle la situación a mi mamá,” recuerda Elihu. “De pronto ella vio interrumpida mi carrera por todo lo que me estaba pasando; obviamente, el arte me atrapó.” Siempre existe el temor, acaso más en Latinoamérica, en ciertos padres que asumen que una carrera artística no podrá sostener económicamente a sus hijos. “Yo le expliqué a mi mamá que me fue mucho mejor de lo que podía haber esperado; por ejemplo, yo trabajaba en Cinemark para Recursos Humanos, ellos sabían lo que yo estaba haciendo y que mi prioridad era el arte, así que el día que ya no pueda controlar ese tiempo, pues iba a renunciar.” Lamentablemente, la crisis sanitaria actual ha golpeado profundamente a toda la comunidad teatral, que ha tenido que reinventarse por completo para salir adelante.
De lleno en las Artes Escénicas
Cada uno de los maestros que ha tenido Elihu ha marcado su
carrera; no obstante, menciona con especial cariño al director de Chami y la
Ciudad Dorada, Gerardo Fernández. “Creo que por todo lo que he aprendido de él
y sobre todo, es el que me ha retado más,” confiesa Elihu, quien conoció a
Fernández como asistente de dirección en una puesta dirigida por Henry
Gurmendi. “Recuerdo que cuando salíamos de escena, Gerardo siempre nos daba
feedbacks muy precisos y me ayudaba para poder corregir las cosas y ser mejor;
bueno, a otros no les gusta, pero a mí, sí me gusta exigirme.” Elihu es de los
actores que no pueden permanecer mucho tiempo realizando siempre el mismo
trabajo interpretativo. “Si hago algo igualito todo el tiempo, me aburro; por
eso Gerardo siempre nos exigido mucho, a veces le tenía cólera (risas), no lo
soportamos y hasta aparece en mis pesadillas (risas), pero creo que el actor no
debe estar cómodo, y gracias a su exigencia he podido sacar cosas que no sabía
que podía hacer.”
“Un buen actor de teatro de teatro debe, primero, tener escucha activa,” afirma Elihu. “También, saber desprenderse de todos los complejos que uno pueda tener, todos podemos tener problemas y haber pasado cosas en la vida, pero creo que para que puedas transmitir algo tienes que interiorizar las experiencias y deshacerte de todas esas cosas que hacen bulla.” Agrega además que es vital la empatía en el intérprete. “Uno debe sentir al público, no es lo mismo que hacer televisión, con el teatro sientes el público que es el medidor; eso nadie te enseña, lo vas adquiriendo.”
Por otro lado, Elihu señala que un buen director de teatro también
debe tener empatía y deben saber escuchar. “A veces he tenido directores que se
cierran un poco en su idea, lo que es válido también, pero es más rico el
trabajo al final cuando están conectados el dramaturgo, el director y el actor,
y si es un musical, con el director musical.” Cuando los cuatro artífices del
espectáculo tienen comunicación, la obra llega a ser un éxito. “Creo que como
en todas las carreras hay gente que nace con talento,” añade. “Pero hay gente
autodidacta que también puede lograr muchas cosas buenas, pienso que es un
equilibrio de ambos.”
Experiencias y personajes
Uno de los personajes más queridos que Elihu llegó a interpretar fue el de Ángel, del aclamado musical Rent. “Participé en la segunda versión, estuvo Mayra Goñi, Sebastián Abad, entre otros,” cuenta. “Para ese trabajo ensayaba hasta de madrugada, fue muy complejo a nivel vocal y la obra me exigió bastante; pero creo que ese resultado me abrió varias puertas, porque por esa obra me llamaron muchos directores a felicitarme, entre ellos, Mateo Chiarella.”
Otro excelente personaje en la carrera de Elihu fue el que
interpretó de manera virtual en Chami y la Ciudad Dorada, pero Elihu lamenta el
cierre de los teatros y el pare obligado de las obras presenciales. “Cuando
hablábamos con los compañeros del equipo lo que predominaba era la tristeza,
porque ¿cómo vamos a interactuar con la gente?, ¿cómo sabemos cómo lo van a
tomar?” Elihu no tenía mucha experiencia actuando frente a una pantalla en
vivo, pero los resultados de Chami y la Ciudad Dorada fueron muy auspiciosos.
“La manera en la que se adaptó fue muy buena, tuvimos funciones incluso en
provincias y para otros países; además, el mensaje era tan importante para el
público infantil y eso, nos demostró que sí se puede; pero claro, nunca va a
compararse con la magia de estar en el escenario.”
Elihu tiene actualmente un proyecto virtual llamado "Showline" en el que propone diferentes tipos de shows artísticos,
principalmente enfocados al público infantil, entre ellos Te cuento un cuento, que consiste en cuentos teatralizados e interactivos a través de una plataforma
virtual. “Lamentablemente, varios actores que pertenecemos al elenco del
musical del Bicentenario de Lima “La Mariscala”, íbamos a estar en temporada en
septiembre del año pasado, pero se postergó por la pandemia.” Además, participó
en un proyecto piloto dedicado a los niños. “Y estamos a la espera para que
salga al aire,” concluye.
Sergio Velarde
27 de enero de 2021
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