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viernes, 6 de noviembre de 2020

Entrevista: VALENTINA ZELADA, ALONSO GARCÍA y GABRIEL RONDÓN


“Hay que mirar hacia adelante.”

La incansable Asociación Cultural Kapchiy estrena su última temporada virtual de este año, a través de la aplicación Zoom. Son seis microobras de diversas temáticas, bajo el título de Reconectando, las que cuentan con un elenco de jóvenes actores. Oficio Crítico conversó con tres de ellos: Valentina Zelada, quien actúa en Nigeru; y Alonso Garcia y Gabriel Rondon, en Dos actores se confiesan.

Aprendizajes y contexto virtual

Gabriel menciona a Norka Ramírez y Pold Gastello como parte importante de su formación actoral. “He llevado otros talleres, pero ellos fueron los primeros,” comenta. “Con Pold nunca he trabajado, a pesar de haber compartido grabaciones en la misma serie (“De vuelta al barrio”) nunca tuvimos escena juntos; sin embargo, como profesor es muy directo, muy empático, muy sincero, que es en realidad lo que se necesita un profesor, tiene que decirte cuando haces las cosas bien y también criticarte cuando las haces mal; eso te impulsa a tomar esas correcciones y mejorar.” De otro lado, Valentina recuerda con mucho cariño a su primer profesor de Teatro en su colegio. “Diego Alonso fue la persona que me impulsó a actuar, fue mi profesor de colegio que todos hemos tenido en común, fue el primer profesor que creyó en mí y eso te marca,” reflexiona. Actualmente, ella es alumna de David Carrillo, a quien considera como el maestro que la ha ayudado a crecer como actriz. “David es un súper profesor, súper buen maestro y lo recomiendo, porque más allá de lo que te enseña, como la técnica de actuar en teatro, sus clases son como una terapia, es súper ameno, muy bacán y es súper sana la manera en que enseña.”

Por su parte, Alonso tuvo como maestros de actuación a los destacados Roberto Ángeles y Leonardo Torres Vilar. “A Leonardo lo he tenido como profesor, como director de obra profesional y como compañero de elenco”, comenta. “La primera obra profesional que hice fue El verano pasado de Chumilsk y estuve haciendo la reposición por los diez años de Respira con Roberto como director y Leonardo en el elenco; fue un proyecto al que le guardo mucho cariño.” A inicios del año, Alonso participó en la puesta de Mañana me caso, con la dirección de Torres Vilar, pero solo estuvo dos semanas, puesto que por la pandemia el espectáculo quedó en stand-by. 

Justamente, esta pandemia que atravesamos ha cambiado por completo las formas de hacer teatro y las comparaciones con el formato virtual son abismales. “Para mí, el contacto con el público es la diferencia entre el teatro presidencial y el virtual,” afirma Alonso. “Cuando estaba en teatro presencial, en un escenario, con un aforo lleno o a la mitad o al 25% se sentía su energía, ¡es otra cosa! Es increíble cómo te retroalimenta su mera presencia.” De hecho, los actores saben que en el formato virtual hay personas mirando por sus pantallas. “Es un poquito distinto y bueno, también es un código al que hay que adaptarse.” Gabriel agrega que todo lo que la comunidad teatral está haciendo es un nuevo reto para todos. “Primero, porque nadie pensaba que esto iba a suceder; y porque siempre uno tiene que buscar la manera de sacar adelante un proyecto y esta es la nueva alternativa que ha surgido ante esto.”

“Es difícil, nos estamos adaptando con los ensayos,” comenta Gabriel. “Con Alonso, uno de los principales problemas que tuvimos al inicio y que hemos sabido arreglar con Renato (Piaggio, el director) es el tema de la latencia del internet.” Cuando las redes están saturadas, siempre existe el riesgo que se caiga la señal. “Imagina que suceda en plena función, nos da un paro cardíaco y creo que esa es la principal preocupación que tenemos todos.” Valentina añade que la conexión de internet influye también mucho en la que se forma entre los actores. “Eso no ocurría cuando estábamos en escena, cuando algún compañero se olvidaba la letra o se quedaba en blanco o le pasaba algo fuera del libreto, tú misma tenías que ver cómo resolverlo.”

Gabriel asevera que esta nueva condición virtual cambia mucho la manera física con la cual relacionarse con el compañero actor. “Lo intentamos manejar mediante el contacto visual, ya que en escenas fuertes me nacería de repente darle a mi compañero un abrazo o una palmada en la espalda, todo eso ya no se puede hacer, sí creo que es complicado.” Valentina sí menciona aspectos positivos de esta nueva situación. “Ya no tienes que levantarte tan temprano para ir hasta el lugar donde ensayas, ahorras tiempo y evitas el tráfico; trato de siempre de ver las cosas positivas.” Ella asegura que definitivamente lo que se está haciendo no es teatro. “Nunca va a ser teatro, son cosas completamente diferentes, pero que tienen algunas cosas en común, como la energía del público, que ahora se siente de manera distinta pero que está allí, eso me gusta.”


Los microuniversos del último Reconectando del año

En Dos actores se confiesan, escrita por Paris Pesantes y dirigida por Piaggio, dos jóvenes intérpretes recuerdan, juegan y reflexionan acerca de la dura labor que tienen como artistas. “Mi personaje es el Actor 1”, comenta Alonso. “Y junto a Gabriel, que es el Actor 2, son dos jóvenes que le narran al público literalmente cuál es el viaje de un joven que quiere empezar a actuar, desde matricularse en los primeros talleres de actuación.” La temática del texto le permitirá al público enterarse de los pormenores de la carrera actoral. “El texto fluye tan bonito, es un gran trabajo de París (Pesantes), que le muestra a la gente que quizá no conoce el día a día de los actores.” Es decir, para Alonso, aquellos actores que vean la obra se sentirán plenamente identificados. “Porque un 80% de las cosas que están en el texto les ha pasado y nos ha pasado, por lo tanto, ese fue un gran primer paso para conectarme con la obra, ya que me han pasado muchas cosas que también le han pasado al Actor 1.”

Añade Gabriel que estos dos actores, que Alonso y él mismo interpretan, son dos personajes completamente diferentes, con dos personalidades completamente distintas. “Es una obra que lleva mucha comedia, mucha verdad, pero también tiene muchos altos y bajos y es muy bacán, porque está fluyendo muy bien en los ensayos.” Gabriel alaba el trabajo de su compañero en escena virtual. “Alonso es un tremendo actor, para mí es un gusto poder trabajar con él y al final, las cosas están complementándose bastante bien, todo está fluyendo todo muy bien.” Al igual que Alonso, Gabriel está plenamente convencido que sus colegas intérpretes encontrarán muchas situaciones muy conocidas para ellos. “Pero también los que no son actores o los que recién se están iniciando como actores van a tener ahora una idea de lo que es todo el proceso; es una micro obra que le va a gustar a todo el mundo, yo me siento muy contento, me divierto mucho con las escenas, hay bastantes situaciones divertidas y a la gente le va a gustar.”

Por otro lado, Nigeru es el nombre de la pieza en la que participa Valentina, escrita por Federico Abrill, dirigida por Javier Deza y en la que le acompaña el actor Jorge Bardales. “Mi personaje se llama “Ella” y me gusta mucho que se llame así,” asegura Valentina. “Así como mis compañeros actores de su obra, cualquiera de nosotros puede ser esa persona; en mi caso, es una historia que le puede pasar y que le puede haber pasado a muchas mujeres, por eso me gusta.” Una mujer huye de Lima para poder empezar una nueva vida en Tokyo; sin embargo, en el departamento de un amigo, un espectro aparece para dar señal a un presagio inevitable. “Nigeru significa “Huye” en japonés y no puedo decir mucho, porque quiero que la vean: es una obra del género thriller con mucho suspenso.”


La temporada de Reconectando incluye además, otras cuatro microobras con temáticas variadas e interesantes: 3 2 1, ¿estás ahí? de Pesantes y dirigida por Alejandro Legaspi; Super Wash, también de Pesantes, con la dirección de Piaggio; Piscina de Federico Abrill, dirigida por Javier Deza; y La obra que tengo que escribir, también de Abrill y con la dirección de Piaggio.

¿Cómo podemos llamar a este nuevo formato que se encuentra en plena exploración por los artistas escénicos? “Se trata de una especie de híbrido,” comenta Alonso. “Aunque hace poco hubo un conversatorio con los grandes maestros de actuación y justo salió esta pregunta: ¿Qué es esto? Todos coincidieron que a estas alturas no hay que encontrarle un nombre, no tiene sentido, simplemente ha aparecido, es un nuevo medio, mantengámoslo como tal y terminará conviviendo con nosotros cuando todo esto pase.” Gabriel, por su parte, añade que a lo largo de la historia se han ido creando diversas alternativas y conceptos sobre el original. “Es básicamente una alternativa al teatro, porque a la larga cuando se vuelva a reactivar el presencial, también existirá el virtual.” Valentina sostiene que un nuevo género ha nacido y que si bien no es teatro, todos lo llaman “Teatro virtual” hasta que Wikipedia lo bautice. “Es otra corriente, otro género, es bacán y me gusta mucho hacerlo y verlo.” Para Gabriel, no hay tiempo para lamentos. “Si no podemos ir al teatro, no nos vamos a estancar, hay que avanzar, hay que mirar hacia adelante y trabajar con lo que tenemos a la mano,” finaliza.

Sergio Velarde

6 de noviembre de 2020

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