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viernes, 6 de noviembre de 2020

Crítica: EL FANTASMA DE MI EX


Dejar ir

Bajo la dramaturgia y dirección de Mónica Talavera, se presentó este último fin de semana la lectura dramatizada de la obra El fantasma de mi ex, un título más que propicio para la víspera y celebración del ‘Día de Brujas’. Producida por LA EME, esta singular comedia abordó el tema de las relaciones amorosas y las consecuencias de algunas rupturas que no han sanado del todo.     

El elenco lo conformaron Camila Orchard y Augusto Alza. Ahora bien, la historia nos presenta a esta mujer llamada Estefanía que se prepara para celebrar la fiesta de Halloween junto a Marco, su nuevo pretendiente; sin embargo, las inseguridades y un sorpresivo apagón la detienen. En ese momento aparece Alejandro, su ex enamorado, quien entre bromas y recuerdos hará que Estefanía caiga en cuenta de lo que realmente le impidió salir esa noche. Aquí cabe resaltar la creación de este imaginario, en el que Alejandro aparece como un ‘fantasma’ desde otra pantalla, reflejando como una suerte de metáfora, los miedos y ataduras de Estefanía a esta antigua relación, reteniéndola por lo menos emocionalmente e impidiéndole seguir adelante. Consideramos que la sencillez de la narrativa es ideal para tratar un tema real y universal como lo es el amor, pues la conversación que se da entre los jóvenes alude a romance que no concluyó de la mejor manera; más adelante, se da paso al verdadero cierre que ambos necesitaban para continuar.

Por otro lado, las interpretaciones de los actores fueron bien detalladas, destacando la naturalidad y química entre los personajes, pese a no encontrarse en el mismo ambiente. Transmitida a través de la plataforma Zoom, la propuesta se planteó a nivel visual con el manejo de un plano medio en la cámara (en ambos casos) y con los recursos mínimos en cuanto a utilería. Se demostró la certeza de la frase “Menos es más”. Otro detalle interesante y válido fue el hecho de compartir el texto en la pantalla principal con los espectadores, el mismo que contó con una voz en off, que realizaba las acotaciones, lo cual permitía seguir la historia escrita pero también distraía el foco de atención en la escena.

El fantasma de mi ex fue una ingeniosa propuesta que nos reveló una historia que puede sucederle a cualquiera: un amor que no se ha olvidado, un ciclo que no se ha cerrado y que impide dejar atrás el pasado. Hay que abrir el corazón y dejar ir para emprender nuevos caminos, en el amor y en la vida misma.

Maria Cristina Mory Cárdenas

6 de noviembre de 2020

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