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domingo, 14 de julio de 2019

Crítica: MONSTRUOS

CatarTerapia grupal escénica

Función 13/07/2019

Monstruos es dirigida por Armando Machuca en el teatro Mario Vargas Llosa de la Biblioteca Nacional del Perú, sede San Borja.

La puesta en escena en el plano estético es un gran acierto del director, muy bien trabajada y funcional. Los elementos plásticos cobran diversas vidas al ser manipulados por los actores quienes adaptan, metaforizan y camuflan telas, varas, sillas, entre otras cosas, para convertirse divergentemente en nuevas estructuras. El ecran no se queda atrás, es un narrador más; la Vía Láctea con todo el plano astral es mostrado allí para co-narrar la historia del Minotauro, pedagógicamente muy magistral. Es una demostración de cómo se debe usar correctamente la tecnología al servicio de un producto escénico.

La estructura dramática es “sui generis”, porque después de cada historia del mito aparece Echevarría, en el rol de narrador para entrelazar las escenas posteriores y tener una unidad dramática de toda esta propuesta; si bien es cierto que cada escena aislada podría funcionar como un montaje de microteatro, pero, según la propuesta, es necesario que el protagonista deba estar siempre, en sus tres roles: narrador, actoral y psicológico; esta trilogía de profesiones saturan la puesta a partir de la mitad del montaje.

La actuación del elenco es muy plana y sencilla; el montaje aquí pierde, porque el “cliché” actoral se hace presente, sobre todo al final de la escena donde la única actriz asume el rol de narrador y Echevarría, en actor, mostrando un nivel actoral “farsesco”, entorpecido por el micrófono. Los demás actantes funcionan “lightmente” en su rol, porque la sobreexposición escénica del protagonista, casi anula el crecimiento de ellos. El músico realiza un gran trabajo, preciso para crear lenguajes sonoros tanto de música como sonoplastía.

El público abre la puerta para dejar salir sus monstruos internos que todos tenemos, algunos de estos miedos son usados por el psicólogo para hacer terapia grupal escénica y desarrollar la CatarTerapia, donde como buenos pacientes atentamente escuchamos y muy tímidamente respondemos, sobre lo que se esconde interiormente y vemos cómo es usado para llegar al final de la obra, donde dejando el rol de psicólogo, se convierte en un nuevo rol: ejecutivo de ventas, que ofrece su libro para ser adquirido a la salida del teatro.

La acogida del público podría deberse a la falta de interés de la salud pública en este país y en este montaje, se expone esa deficiencia que todos tenemos, usando metafóricamente y recontextualizando la historia del Minotauro con la incapacidad e involución de nuestra conducta humana.

Dra. Fer Flores
14 de julio de 2019

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