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martes, 30 de abril de 2019

Entrevista: SANTIAGO PEDRERO


Contra el viento del norte es una obra que también puede atraer a un público no tan teatral” 

En la víspera del estreno de la obra "Contra el viento del norte", Oficio Crítico entrevistó a Santiago Pedrero, director de la puesta, quien vive su primera experiencia como director de teatro en Lima.

Actor argentino de larga trayectoria, Pedrero ha transitado por los caminos del cine, el teatro y la televisión. Siendo su más reciente trabajo (como productor y actor) en la pantalla grande La migración (2018), cinta del director Ezequiel Acuña y filmada en Lima. Esta vez, vuelve al Perú convocado para asumir la dirección de un montaje teatral. “Es la primera obra de teatro que yo dirijo profesionalmente, además, fuera de mi país. Desde ese lugar estoy muy agradecido con Ivette Palomino Rosales (productora de la obra), con Walter Ramírez, Carla del Solar y José Miguel Arbulú (actores) por confiarme la obra”.

Respecto a cómo surgió el proyecto, nos comentó que “el proceso empezó hace dos años, yo estaba filmando la película en Lima y a Ivette la conocía del Festival de Cine de Lima; así que los chicos tenían este guion, contactaron a Ivette y ella me propuso dirigirla. Finalmente se concretó y hace tres meses que empezamos a ensayar y acá estamos”.

"Contra el viento del norte" es una adaptación de la novela escrita por el autor austriaco Daniel Glattauer; por ello, el director tuvo que sortear ciertas dificultades para determinar lo que quería mostrar en escena. “Era una dificultad de la obra esta especie de no interacción entre los actores, esto de tener todo el tiempo dos actores en escena, a mí preocupaba mucho, sobre todo, porque no estamos haciendo Shakespeare, es decir, Glattauer no es Handke, no otro escritor alemán. En un principio, en la producción de la obra estaba planteado que no esté el tercer actor, eso fue algo por lo que yo peleé, confiaron en mí y apareció. Además están los videos, que ayudan a narrar el enamoramiento de ellos (Leo y Emmi). La obra tiene otra dificultad, que es ser la adaptación de un best seller del año 2004, donde las redes sociales no estaban tan extendidas como ahora, se escribían mails, ahora me parece que pasas enseguida a Facebook, a WhatsApp o Instagram. Entonces, estaba esa dificultad de sacarla un poco del tiempo, de no hacer una referencia, y de pensar que podía ser una elección de los personajes no tener Facebook y no conocerse, sobre todo, el personaje de Leo (Leike) resiste el encuentro para no desacralizar algo que en lo epistolar pareciera ser muy bueno y que corre el riesgo de destruirse cuando se consuma”.

Para Pedrero, la obra está hecha para llegar a todo tipo de público. “Lo que me sugirió la obra al verla terminada es que es una que tiene algo atractivo para el público teatrero o teatral, pero que también puede pegarle a un público no tan teatral, por esto de la comedia romántica. Me imagino a las señoras de cincuenta y cinco o sesenta años que encuentran novedoso el mail y quieran venir a verla. A mí me importa bastante que no sea una obra elitista, que solo le guste al público teatral, sino que pueda abrir un poco el campo y ojalá que le guste a la señora de la despensa de enfrente y quiera venir a ver la obra. Me parece que es una que por ciertas cosas puede trascender a un público teatral”.

Con el fin de complementar la historia, el director aportó algunos detalles. “La obra carecía de un objeto que ellos pudieran compartir, no es lo mismo intercambiar un mail que intercambiar una carta, la carta la podes tocar, ver la letra de la persona; así que me parecía que la música o un libro podía funcionar para que compartieran algo (los personajes). Por ejemplo, ella le manda una canción, que es la primera que sale en el video y de ahí va surgiendo el enamoramiento. Yo, cuando me enamoro de alguien, también es como que me enamoro de las cosas que consume esta persona, como un libro, cada vez que lo agarro significa algo para mí. Entonces, me parecía que la obra al tener toda esta parte virtual, electrónica, salvo cuando imprimían los mails, carecía de un poco de eso”.

Además, el trabajo en equipo fue fundamental para la realización del montaje. “Rodrigo Moreno del Valle (director de la película peruana [WI:K]) es el director de toda la parte de video de la obra, en conjunto con su compañera Illary Alencastre que hizo el arte, la escenografía, el vestuario y también colaboró con el video. Yo siento que a partir de su participación, la obra tomó otro relieve que sin ellos no hubiera podido alcanzar, por eso estoy muy agradecido por eso”, finalizó.

Maria Cristina Mory Cárdenas
30 de abril de 2019

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