El pasado 13 de febrero se llevó a cabo la
primera mesa de trabajo convocada por la subgerencia de Educación y Cultura de
la Municipalidad provincial de Arequipa (MPA), con el objetivo de aunar a los
teatreros a un proyecto para el desarrollo del primer plan cultural de la
ciudad. La esperanza es lo último que se pierde.
Antecedentes
La escena cultural arequipeña, y en
particular la teatral, ha tenido una curva creciente los últimos años gracias
al esfuerzo de los gestores culturales independientes, grupos y colectivos que
han invertido su tiempo y dinero en poder desarrollar espectáculos teatrales,
fundar nuevos espacios culturales alternativos y mantener vivo el arte mediante
la práctica y enseñanza.
A lo largo de todos estos años de esfuerzo
loable, quien ha brillado por su ausencia es la MPA, y en específico, la
subgerencia destinada a la cultura, quienes en algunas ocasiones han resultado un
obstáculo insalvable para aquellos que se proponían hacer algún evento teatral
en nuestra villa hermosa.
Expliquemos un poco el problema: la ciudad
ha carecido por largo tiempo (más de lo que puede recordarse) de una política
cultural clara que establezca dentro de los procedimientos de la propia entidad
un apoyo o promoción en favor de la cultura, lo que se ha decantado,
obviamente, en un inexistente plan cultural. Los estímulos a los gestores
culturales han sido nulos y la administración de los espacios públicos
orientados a la actividad cultural teatral ha resultado ineficiente y hasta
cuestionable.
Una prueba de la pésima administración y
desinterés por la cultura nos lo da la subgerencia de cultura de la ciudad, que
ha perdido la administración de muchos lugares destinados a la actividad
cultural, espacios que, en gobiernos anteriores, fueron entregados a las manos
de la cuestionada Empresa Municipal de Eventos Culturales (EMECSA), quien no
tuvo reparo en arrendar el emblemático (conservado de manera penosa) Teatro
Municipal de Arequipa para la realización de ferias gastronómicas, clausuras de
fin de curso y hasta para cultos de una iglesia evangelista.
Por otro lado, en lo que respecta a las
políticas culturales deficientes, basta mencionar la propuesta cultural para
acrecentar el movimiento teatral en la ciudad, que hasta hace unos meses se
basaba en realizar funciones gratuitas para el público los miércoles, sin
reconocimiento al artista y sin permitirle la posibilidad de cobrar una entrada
o pasar gorra.
Todo esto sumando al pésimo tarifario establecido
para el alquiler de espacios, elaborado y establecido sin ningún criterio de
promoción a la cultura, ha devenido en que los artistas tomen a la MPA como un
enemigo y no como un aliado. Se le ha perdido la fe a la administración
pública, se ha quitado la mirada de los teatros administrados por ellos, todo
esto en razón de la pésima administración de la ciudad.
Una nueva (¿?) gestión
Las elecciones nos han dado nuevos
gobernantes y con ellos, nuevas propuestas. De manera sorpresiva e increíble
(por lo menos para mí) la subgerencia municipal de cultura ha citado a mesas de
trabajo a los distintos gremios artísticos de la ciudad con la finalidad de
enrumbar los esfuerzos para realizar un plan cultural que englobe las distintas
actividades artísticas de la provincia. ¿Ven?, es increíble.
La mesa de trabajo con los teatreros se
realizó la fecha antes mencionada, contando con la presencia de directores,
productores y actores representantes de distintos grupos y colectivos.
La reunión ha ayudado a desnudar las
falencias de nuestro medio, de ambos lados. Por una parte, se mencionó el
interés de la MPA por realizar el plan, el proyecto de acción y la propuesta
para el teatro; la voluntad de hacer las cosas distintas a las gestiones
anteriores, con una visión de futuro que yo, personalmente, no había visto. Por
el otro frente, los teatreros llamaron la atención sobre la inacción acumulada
por muchos años por parte de la administración, lanzaron propuestas y
conversaron sobre las falencias propias y de la MPA en cuanto a administración
de espacios y fallas en las gestiones. De una u otra manera la reunión fue
productiva.
Como punto a favor de la MPA, es
interesante ver la iniciativa para realizar el plan, algo que muchos hemos exigido.
¿Será el efecto de escoba nueva o es el inicio de un cambio en la
administración pública de la ciudad?
Solo el tiempo y el interés de las partes nos mostrarán la realidad de
los hechos.
Mientras tanto los teatreros, con ayuda o
no, seguiremos trabajando.
Cesar Mauricio Rodríguez-Camargo
Arequipa, 1º de marzo de 2019
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