Un manuscrito llevado a escena
En su cuarta semana, el Festival de Creación Escénica
Contemporánea Sótano 2 presentó Evocación, un proyecto experimental dirigido
por Óscar Naters, con la participación de Ana Zavala, Alonso Núñez y Rosamar
Corcuera en escena.
Como el propio nombre de este espectáculo alude, evocar
significa recordar, es así que inspirándose en el capítulo V del texto quechua
del siglo XVI Dioses y hombres de Huarochirí (*importante manuscrito de la
literatura quechua que describe mitos, creencias religiosas y tradiciones de
los indios de la provincia de Huarochirí), se ha creado una especie de
performance que combina el trabajo corporal con una propuesta audiovisual;
además, incorpora el trabajo artesanal –ejecutado por los actores-,
convirtiéndose en una puesta desafiante para el público.
Evocación es una propuesta evidentemente contemporánea, con
sonidos intensos, basada en un pasaje mitológico (el cual es difícil descifrar
sin un conocimiento previo del mismo). Sumado a esto, en una parte de la
ejecución, se utiliza el audio para describir una situación del manuscrito en
quechua –lengua originaria del texto-, dificultando el acoplamiento (para
quienes no dominamos el idioma) con un tramo esencial de la puesta. Aunque este
detalle es más una observación personal que me hace notar la importancia de
conocer nuestras lenguas originarias para conectar mejor con este tipo de propuestas.
Esta forma atípica de performance tiene elementos
interesantes, tales como el uso del barro, las
proyecciones, los sonidos y la aparente simplicidad, los cuales estimulaban los
sentidos del espectador –en especial oído y vista-; sin embargo, no estoy
segura si todo en conjunto terminaba de funcionar (pues había que dispersar la
atención).
Se trata de una construcción que plantea la relación del
hombre con la tierra, la cosmovisión y las creencias religiosas de los
pobladores andinos. La acción es ejecutada a través del trabajo manual (se hace
uso del barro constantemente, creando al final una figura); ello, amalgamado
con el uso de la tecnología. Sin duda, una versión distinta e intensa del
performance, que genera inquietud por temas que, siendo mitos o no, nos
incumben por ser parte de nuestra cultura. De eso también se trata cuando se
está en escena: de abordar desde distintos ángulos una representación que mueva
al público y le permita explorar estas nuevas formas de comunicar mediante el
arte escénico.
*Buscado en la web
Maria Cristina Mory Cárdenas
4 de julio de 2018
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