Las damas en el Tercer Reich
En 2006, el dramaturgo argentino Héctor Levy-Daniel decide
realizar una investigación sobre el nazismo, pero centrándose en el papel que
jugaron las mujeres en dicho periodo; el resultado: Las mujeres de los nazis
(2008), puesta en escena que fue estrenada como una trilogía, con historias
diferentes protagonizadas por elencos independientes, a cargo de tres
directores distintos, uno de ellos, el mismo autor. Actualmente, la pieza viene
presentándose en el Teatro El Olivar, con la única dirección de la novel Daniela Lanzara y la participación de tres actores para todos los cuadros. Así, nos
internamos en un misterioso tren, en donde Magda Goebbels (Denise Arregui), la
esposa del ministro de propaganda nazi, se encuentra con su ex amante judío
(Roberto Ruiz), ambos sin saber hacia dónde se dirigen. Luego, conoceremos a Irma
Grese (MaCla Yamada), joven mujer alemana que torturó y ejecutó a judíos en los
campos de concentración, así como también los puntos de vista de su verdugo
(Ruiz) y de una doctora prisionera (Arregui). Finalmente, escucharemos a la
sobrina del mismísimo Hitler, Geli Raubal (Yamada), que a su vez fuera su gran
amor.
Si bien es cierto que los tres cuadros que conforman la
puesta poseen estructuras dramáticas distintas, sí que comparten el hecho de
nunca juzgar a estas mujeres, siendo algunas de ellas responsables de actos
aberrantes y otras, víctimas de atroces circunstancias. En "La inquietud
de la señora Goebbels", la dinámica entre la dama y el amante es poética y
surreal; en "La convicción de Irma Grese", pesan las impactantes declaraciones
de los personajes más que sus acciones en el escenario; y en "El dilema de
Geli Raubal", se percibe la genuina confusión de la muchacha entre los diferentes
tipos de amor que siente por un lado, hacia su tío y por el otro, hacia su
chofer. En las tres historias, las mujeres nunca son juzgadas pero son también
víctimas del horror y la perversión que los mismos nazis ejercieron en el
Tercer Reich. A destacar, en todo caso, el papel y la actuación de la madre de
Geli en manos de una notable Arregui.
Resulta un mérito evidente el de la directora Lanzara, el
darle una sobria unidad a la trilogía original de Levy-Daniel, con contados
elementos escenográficos y un buen diseño de luces, apoyada en un trío de
actores de lujo, quienes interpretaron sin tacha a este puñado de controvertidos
personajes pero sin excesos de ningún tipo. Acaso el mensaje proyectado al
final, haciendo evidente el paralelo entre aquella época y la actual, tan llenas
de discriminación e injusticia, pueda lucir algo explicativo e incluso
innecesario; sin embargo, aquel detalle no le resta méritos a una obra de fina
escritura, brillante interpretación y estilizado montaje, muy a pesar de su
chocante contexto, como lo es Las mujeres de los nazis. De visión obligatoria.
Sergio Velarde
30 de octubre de 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario