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sábado, 8 de julio de 2017

Crítica: TODO POR LOS 15 MIL

¡No es lo que parece!

“Las divas nacen, no se hacen.”

Quiero empezar con la definición de qué es un “drag queen” según la RAE: Nombre femenino, artista o cantante masculino que actúa vestido con atuendos propios de mujer (peluca, zapatos de plataforma, etc.) y exhibe maneras exageradamente femeninas.

“Todo por los 15 mil” es una obra dramática con una duración de 15 minutos, escrita por el actor peruano Cristhian Palomino, con las actuaciones de Malory Vargas y él mismo, bajo la dirección de Kathy Serrano. Se presentó en la temporada Por Orgullo de Micro teatro – Lima, entre junio y julio, en la sala 5.

“Roxy” es un drag queen y la diva más codiciada y esperada de un céntrico bar. Todo inicia con Roxy (Cristhian Palomino), llegando con su asistente (Malory Vargas) a su camerino, para preparar una nueva función tras un día agotador. A medida que el tiempo va pasando, su asistente empezará a decir cosas que terminarán por irritar a la diva, que sin darse cuenta terminará por confesar su secreto, poniendo así en peligro a ambas. Esta puesta en escena toca temas de la vida real, entre ellas: el amor que puede tener un padre por su hijo y de lo que está dispuesto a negociar con tal de que a su familia no le falte nada. Pero he aquí la pregunta: ¿Será cierto que el amor lo perdona todo? ¿Hasta qué punto puede durar la amistad?  ¿Habrá valido la pena intentarlo? Esta y muchas preguntas más son con las que nos quedamos los espectadores.

La verdad que tenía otras expectativas. Respecto a la obra, pensé que sería un show, pero para mi sorpresa fue más que eso: fue un momento fuerte donde me quedé anonadada por las circunstancias en las que vivían los actores. Realmente es una obra que te deja un lindo mensaje sobre el amor que podemos tener los padres y de lo que estamos dispuestos a sacrificar para que nuestros hijos sean felices, muchas veces para los que no existen límites. Finalmente, Roxy es una prueba de amor de desprendimiento, de dejar el orgullo de lado.

Sobre las actuaciones que de fascinada con la química y la complicidad de ambos actores y su desenvolvimiento en escena quiero resaltar la peculiar forma de caminar de Roxy con los tacos me imagino que no debió de ser nada fácil para el actor, pero logro lo cometido, me encantó la idea de incluir a una azafata para darnos la bienvenida sobre los vestuarios acorde a la temática. Solo quiero hacer mención de esta frase que encontré pertinente “La gente solo ve el éxito final, pero hay mucha lucha detrás” gracias por la linda función.

María Victoria Pilares
8 de julio de 2017 

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