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domingo, 7 de mayo de 2017

Crítica: HOTEL ALKAR

Cierra los ojos, y desaparecerá

"No hace falta conocer el peligro para tener miedo; de hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor." Alejandro Dumas

Hotel Alkar es una micro-obra mexicana, escrita por Juan Manuel Labarthe (ganadora como mejor obra en Microteatro México) bajo la dirección de Sebastián Eddowes, con las actuaciones de Sylvia Majo y Jesús Oro. Cuenta con un pequeño texto dramático y se presenta en la temporada Por Locura en la Sala 3 de Micro teatro, los jueves, viernes, sábados y domingos en función estelar, hasta el 21 de mayo a partir de las 8:00 pm (domingos 7:00 pm).

Hoy en día se escucha cada vez más del microteatro y es porque vino para quedarse. La temática es simple: son micro-obras con un máximo de 15 minutos de duración, para solo 15 personas, que cuentan con espacios pequeños pero acogedores, donde el espectador se siente dentro de la obra. La puesta en escena inicia con la aparición de Carlos, un huésped alterado que baja a la recepción del hotel para pedir ayuda, porque escuchó unos disparos y quiere saber qué es lo que está ocurriendo. Pero grande será la sorpresa que se llevará al ser ignorado por Ileana, la recepcionista del hotel, ya que esta le indicará que la deje trabajar. Es así como se dará el desenlace entre estos dos personajes, pues por insistencia de Carlos, este se enterará de cosas que quizás nunca debió preguntar. Ileana intentará persuadirlo y hacerle dudar de lo que él cree, llevándolo así a entrar en un miedo a lo desconocido, o aquello que no podemos o no queremos entender.

Es una obra inquietante, que tiene toques de misterioso, terror y humor negro. Me atrevo a decir que el escritor tomó como referencia la película El resplandor, dirigida por Stanley Kubrick,ya que el final tiene una gran similitud: es algo retorcido y es ese misterio el que lo hace especial. Es un excelente texto lleno de suspenso, con buen trabajo corporal, buena iluminación. En general, fue buena la escenografía, ya que daba un ambiente tétrico y es lo que se requería. Por otro lado, sentí que las vestimentas del personaje de Ileana no coincidían con la temática del hotel, ya que daba la sensación que su personaje sería otro. Faltó naturalidad en la voz del personaje de Carlos. Me hubiese gustado que la obra durara un poco más, para así descubrir otros secretos del hotel Alkar, pero así es el microteatro. Gracias por la función.

María Victoria Pilares
7 de mayo de 2017

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