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sábado, 2 de noviembre de 2013

Crítica: LA NIÑA FRÍA

Los caminos de la violencia

El autor alemán Marius Von Mayenburg ya es bastante conocido en nuestro medio, gracias a la feliz decisión de Jorge Villanueva, de estrenar obras alemanes contemporáneas con su grupo Ópalo y con elencos de los talleres de actuación a su cargo. El año pasado, con alumnos de la ENSAD, se estrenaron El feo (Der Häßliche, 2007) y Parásitos (Parasiten,1999), dos notables ejercicios teatrales: el primero, abrazando la fina comedia con absoluta convicción y naturalidad; y el otro, el hondo drama con sufridos y atormentados personajes. Hace poco terminó la temporada de La piedra (Der Stein, 2008), conmovedor espectáculo que narraba el difícil trance que atravesó la nación alemana en tres generaciones distintas.

La Niña Fría (Das Kalte Kind, 2002), estrenada en la AAA a cargo del segundo nivel del taller del grupo Ópalo, continúa en el mismo sendero de calidad antes mencionado. Jorge Villanueva asume el riesgo y dirige con limpieza y precisión a su joven elenco, al lado de dos experimentados actores como Lilian Nieto y Lucho Ramírez, en una obra que indaga personalidades con matices no explorados en los estrenos antes mencionados del autor. Cuatro parejas conformadas por Papá y Mamá, dos complicadas hijas en busca del esquivo amor, dos hombres con serios problemas psicológicos, y unos esposos que aparentan mucha decencia ante los demás, pero que aparentemente no pueden aceptar el hecho de que su pequeña hija Nina, muy fría al tacto y a la que pasean permanentemente en su coche, no es más que una muñeca.

Se trata pues, de un intenso y violento drama con puntuales pinceladas de humor que confirma a Von Mayenburg como uno de los dramaturgos alemanes contemporáneos más interesantes, con ingeniosos diálogos que rayan lo absurdo, en los tres actos bien marcados del montaje: la larga secuencia en la cafetería, las nupcias y las exequias. A destacar el trabajo del elenco en pleno, que logra escenas provocadoras y de mucha fuerza, como por ejemplo, la perturbadora revelación de la “niña fría”. Ramírez también está impecable como el patriarca de la familia, bien secundado por Nieto. El director Jorge Villanueva consigue un nuevo triunfo teatral con La Niña Fría, siempre apoyándose en textos de gran calidad.

Sergio Velarde
1° de noviembre de 2013 

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