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domingo, 11 de marzo de 2012

Crítica: PUERTAS COMUNICANTES

Thriller, comedia y ciencia-ficción

En el renovado Teatro Larco se viene presentando un curioso montaje que lleva por título Puertas comunicantes, a cargo de la Asociación Cultural Plan 9 y de su incansable director David Carrillo, siempre atento a aquellas novedosas piezas dramáticas de reputados escritores universales. Puertas comunicantes es un insólito thriller con toques de ciencia-ficción y también de comedia, escrito por el prestigioso dramaturgo inglés Alan Ayckbourn en 1994, que incluye viajes a través del tiempo en la historia de un hombre que está arrepentido de los crímenes que mandó cometer en el pasado, y que finalmente cambiará la vida de tres mujeres de diferentes épocas cada una. Se trata pues, de una ingeniosa comedia dramática, muy en la línea de los excelentes montajes que viene presentando esta asociación y que le devuelven los brillos perdidos a este histórico teatro miraflorino.

Acaso puede afirmarse que la trama de Puertas comunicantes es disparatada, pues nos propone la existencia de una puerta en una habitación de un lujoso hotel, con la facultad de hacer regresar en el tiempo 20 años a quien se atreva a cruzarla. Y además, aderezada con dos crímenes cometidos en el pasado y un asesino al acecho. Sin embargo, la puesta en escena de David Carrillo, un director que ya experimentó el tema cronológico en la notable Demasiado poco tiempo, convierte aquellas secuencias con personajes avanzando o retrocediendo en lapsos de 20 años, en absolutamente creíbles e hilarantes. Inicialmente ambientada en el Londres del 2014, la confesión del anciano Reese sobre los crímenes de sus dos esposas, hace peligrar la vida de la joven “dominatrix” Phoebe, quien ante la presencia del asesino Julian, regresa en el tiempo a través de la puerta comunicante, para encontrarse con Ruella, la segunda esposa de Reese. La lógica es lo de menos en este intrigante relato, con influencias de películas como Volver al futuro o Psicosis, pero es inmensamente comprensible y disfrutable.

Las protagonistas Anneliese Fiedler y Melissa Giorgio como Phoebe y Ruella, respectivamente,  son lo suficientemente convincentes para hacernos creer la disparatada historia e involucrarnos en la trama. Acompañan acertadamente Óscar López Arias, Haysen Percovich, Marijú Nuñez y el mismo director David Carrillo en los papeles secundarios. La música y la iluminación le confieren un aura siniestra a las infames puertas comunicantes, bien resueltas escénicamente. Puertas comunicantes logra el objetivo de entretener y de crear un ambiente de suspenso y misterio, a la vez de conmovernos en la tierna escena final, con la revelación de la nueva vida de Phoebe y el trunco reencuentro de las dos cómplices. Un recomendable thriller cómico de ciencia-ficción, que nos acerca a un dramaturgo de prestigio, como lo es Alan Ayckbourn.

Sergio Velarde
11 de marzo de 2012

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