Sátira, trauma y parodia
La obra Princesas en terapia, escrita por Luisito Fernández y dirigida por Marco Palomino, y protagonizada por Andrea Aguirre, Giuliana Muente, Alphie Pagano, Ale Carrasco y La Langosta, parte de una premisa sencilla: ¿qué pasaría si las princesas clásicas pasaran por un proceso terapéutico?
El montaje remite a la clásica obra Toc Toc, pero aquí los tics y obsesiones se transforman en impulsos desbordados de personajes femeninos que encarnan versiones distorsionadas y contemporáneas de las princesas. Entre los personajes se encuentran Blanca, con su agresividad verbal y cruel sentido de superioridad; Jazmín, que canaliza el estrés a través de la violencia física; Cindy, marcada por un trauma obsesionado con el tiempo; y Bella, que escapa a un mundo ficticio de rumores inventados. Cada una de ellas se sienta frente a Madame Chu Chu, terapeuta tan excéntrica como sus pacientes.
Un elemento en común recorre las historias de estas princesas: la figura masculina. Ya sea como culpable de sus desgracias, objeto de despecho o promesa de salvación, el hombre aparece constantemente como eje de los traumas. La obra explota este tema a través de clásicos musicales de despecho, que las actrices interpretan en momentos impulsivos y sorpresivos. Estas canciones funcionan como desahogo emocional, como guiño cultural y como comentario crítico al imaginario romántico que sostienen los cuentos de hadas. La exageración convierte la herida en humor, y el despecho en un código compartido con el público, que responde entre la risa y el reconocimiento.
El recurso de los estallidos musicales y la aparición de impulsos incontrolables mantienen un tono dinámico, cercano a la comedia absurda, y provocan que el público acompañe con risas y palmas a lo largo de la función. La recepción fue notablemente entusiasta, confirmando la eficacia de un humor que combina lo familiar de los cuentos con la sorpresa de lo irreverente.
El desenlace, inesperado, termina por consolidar la propuesta. Princesas en terapia no es solo una parodia ligera, sino también un espejo crítico de cómo seguimos entendiendo y consumiendo los roles de género en la ficción.
Daniela Ortega
29 de setiembre de 2025
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