Una metáfora gótica sobre el poder
Con solo dos funciones en marzo en el Teatro Campo Abierto de Miraflores, ¿Quién mató a Drácula?, escrita y dirigida por Gian Ausejo, se presentó como una propuesta atrevida y con una mirada crítica hacia las estructuras de poder. Bajo una estética gótica y cargada de simbolismos, la obra utiliza la figura del eterno Drácula para hablar, sin tapujos, de corrupción, pasión y resistencia, en un universo que se derrumba entre sombras, tensiones políticas y sospechas.
El montaje estuvo cargado de imágenes potentes, con un logrado juego de luces oscuras y rojizas que acentuaron la atmósfera lúgubre del imperio oscuro. El vestuario y el maquillaje contribuyeron de forma notable a construir un mundo visual coherente y expresivo, donde cada personaje se sentía parte de un engranaje decadente pero vibrante. Por otro lado, como parte del diseño de dirección, se recurrió a apagones frecuentes entre escenas, un recurso que, aunque interesante en intención, por momentos ralentizó el ritmo general y alargó la percepción del tiempo en escena. Con un pequeño ajuste en esa elección, el relato podría fluir con mayor contundencia sin perder su fuerza simbólica.
En escena, brilló con especial potencia Eliana Jarro en el papel de Lucarda, una vieja bruja que carga la historia en sus silencios y miradas. A pesar de ser una actriz joven, Jarro le dio al personaje un peso escénico sobresaliente y una profundidad que resonó hasta el final. También fue destacable la presencia de Franshesca Portuguez como Zafiro, intensa y dinámica, y la solidez de Jair Leiva como Virgilio, cuya contención fue clave en varios momentos cruciales.
El elenco —conformado también por Ausejo, Joselyn Chávez, Walter Elías, Elia Najarro, Mauricio Garay, Melisa Malca, Marjoerie Hernández, Luciana Fernández y Omayra Morante— mostró cohesión y entrega constante, respaldado por una dirección y producción que construyó cada personaje desde lo visual hasta lo visceral, dando al vestuario y maquillaje un peso esencial que se vio potenciado por las interpretaciones de su joven y talentoso elenco.
¿Quién mató a Drácula? fue una declaración y experiencia teatral arriesgada y valiente. Aplaudible por su entrega, voz crítica y por un elenco y producción general que, sin duda, lo dejó todo en las tablas.
Abigail Salvador Jaime
23 de abril de 2025
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