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lunes, 25 de noviembre de 2024

Crítica: LAS HERMANAS GASOLINA


Gasolina concentrada

Luna Club debuta como productora de teatro con una explosiva obra que derrocha personalidad y estética. Las Hermanas Gasolina, de la dramaturga argentina María Paula del Olmo, sirve para su director como una explosión concentrada (de menos de media hora) que, aunque arranca un tanto lenta, agarra velocidad y acelera gracias a una buena química entre sus actrices y una creciente seguridad de parte de ellas en su comedia.

La obra, situada en una gasolinera con tintes vintage pop, permite a sus actrices explorar personajes extravagantes y con cierto aire a caricatura de la mejor manera posible. En una obra más larga sus recursos podrían gastarse o hasta volverse pesados, pero la obra tiene el tiempo justo para que sus personajes vibren con sus particulares locuras. Daniela Segura, la ‘hermana gasolina’ más errática, es quien se termina robando el show con una construcción vocal y corporal muy bien definida y que eleva el código cada vez que está en escena, era imposible no reír con cada movimiento suyo. Junto a ella, Valeria Ortega le sirve como contrapeso y voz de la razón, y Valquiria Che-Piu irrumpe entre ellas con sus propias hiperconstrucciones y una voz que le da suficiente misterio y tinte cómico.

Ante todo, la obra es hilarante. El ya energético texto se eleva con las interpretaciones y química fácil entre las tres actrices, y para cuando están las tres en escena el ping-pong se vuelve imparable. Aun así, el tiempo para llegar a este es todavía un poco accidentado. La dirección pudo estar un poco más presente para dar un inicio más fluído a la situación, y que justifique de una manera un poco más clara la fascinación de la hermana menor con la extraña que visita el lugar, quizás aprovechando sus miradas y viajes. El contrapeso entre Segura y Ortega podría igualmente equilibrarse para que sus códigos no se sientan demasiado alejados y su química en texto se extienda también a la química física. Aun con esto, el tiempo breve de la obra ayuda a que no esperemos mucho a que el show realmente empiece, y los monólogos de las tres chicas, en especial el de Che-Piu, fluyen bien con las partes más rápidas de texto.

Las Hermanas Gasolina sirve como una sólida y entretenida introducción de Luna Club al teatro. La experiencia de sus miembros en medios audiovisuales es algo que podrían explotar más y más en futuras producciones, y les concederá obras cada vez más dinámicas, pero que conserven la personalidad colorida de esta primera entrada.

José Miguel Herrera

25 de noviembre de 2024

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