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miércoles, 10 de julio de 2024

Crítica: SAN ALIPIO


Amistad y corrupción

Quizás el afiche y las fotos promocionales de la puesta en escena de San Alipio, escrita por Daniel Subauste y dirigida por Jimena del Sante, no le hagan la suficiente justicia al producto final en su real dimensión. No solo se trata de una reunión de cinco amigos de la infancia que deben poner a prueba su amistad frente a los graves problemas que atraviesa uno de ellos; la propuesta va mucho más allá: cada uno de estos sólidos personajes retrata cuán profunda se encuentra enraizada la corrupción en nuestro país, a la vez que señala que deberán pasar muchos años (incluso generaciones) para poder remediar y contrarrestar la institucionalización del crimen en un sistema que no da para más.

Del Sante acierta al economizar los recursos de luz y sonido en una propuesta que no los necesita. Subauste plantea la obra en tiempo real, desde que inicia la reunión hasta su término, con la aparición de este quinteto de exalumnos del San Alipio, que se juraron en Primaria apoyarse ante cualquier grave eventualidad que alguno llegara a sufrir. Ellos dicen ser muy amigos, pero no se conocen del todo en realidad, pues ante la revelación de que uno de ellos deberá elegir entre entregarse a las autoridades o fugar del país frente a una acusación de corrupción, sus marcadas diferencias afloran en un intenso diálogo, muy bien manejado por la directora, que no da tregua hasta su ambiguo final.

Por tratarse de una propuesta coral, en la que todo el peso dramático recae en el elenco, su elección no pudo ser mejor: unos excelentes Jorge Bardales, Gabriel Poémape, Patricio Villavicencio, Jesús Oro y Rodrigo Súnico interpretan con convicción y solidez el drama, en el que en todo caso podría destacarse la labor de Poémape, en un rol que sirve de efectivo alivio cómico, pero que también esconde un lado machista y discriminador compartido, lamentablemente, con buena parte de nuestra población. San Alipio demuestra que, ciertamente, menos es más: despojada de cualquier artificio innecesario, la propuesta escénica presentada en la  Asociación Cultural Campo Abierto es un contundente llamado de atención sobre el estado actual de nuestra sociedad, en la que impera la corrupción y la ética se encuentra resquebrajada.

Sergio Velarde

10 de julio de 2024

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