Cuestionamientos de una muñeca nunca antes vista
En el marco del 23º Festival Saliendo de la
Caja, Oficio Crítico tuvo la oportunidad de asistir a los distintos montajes de
los alumnos de la Facultad de Artes Escénicas de la Pontificia Universidad
Católica del Perú. Esta institución organiza dicho festival con el fin de que
los alumnos de la Especialidad de Creación y Producción Escénica puedan
encargarse de la producción total del evento. Es así como el público tuvo la
oportunidad de ver distintos productos escénicos de música, danza y teatro. Uno de los montajes en temporada fue Siempre x Nunca x Jamás: o una muñeca de
nadie jugando sola, bajo la creación, interpretación y dirección de
Fernanda Mía. Esta propuesta tiene pinceladas testimoniales que juegan con el
imaginario de las muñecas, cuestionando figuras clásicas como la de Peter Pan o Alicia en el país de las maravillas, desde la mirada de la
intérprete.
Hace mucho que la niña Fer no juega, la
“bebé trueno” no llora hace incluso más tiempo. Yuyi, una muñeca, ya no desea
esperarlas, por lo que se aventura a jugar sola. Esta decisión desata una serie
de cuestionamientos sobre algunas normativas aprendidas por Yuyi, quien también
es una niña, que también es mujer. El montaje oscila entre el mundo de los
juguetes, especialmente “los de niña”: cuentos, muñecas, el mundo feliz que
Yuyi ha conocido siempre. Sin embargo, estas realidades no son las que ve ahora
mismo: está sola, Fer no llega y no sabe si llegará. Fer, finalmente, termina siendo la intérprete
adulta, quien retrata distintos momentos donde expone y cuestiona la realidad
de ser una niña, las herramientas que le dieron sus padres al momento de
crecer, y cómo en la adultez estas resultaron en transformarla en la persona
que es ahora.
La interpretación de Mía
en este proyecto fue multifacética, de alto nivel de concentración y con una
necesidad de precisión en los cambios requeridos de personaje y vestuario. Se usaron recursos multimedia que recrearon planos y mundos en
proyecciones audiovisuales trabajados con un nivel impecable de precisión y
detalle. Lo mismo puedo decir de la
técnica actoral aplicada en la obra, pues Mía logró tener una alta precisión en
la construcción de los personajes que interpretó, además de una apropiación de
textos clara, y una coordinación corporal adecuada y necesaria para los
requerimientos de la representación.
El mundo creado en esta
obra requería que el espectador esté muy conectado con cada escena, pues muchas
veces los cambios eran inmediatos y radicalmente distintos. Esto fue posible gracias a la creación de distintos estímulos
actorales y audiovisuales cuidados en el montaje. Si bien la historia total se
sustuvo, puede resultar abrumadora la cantidad de información y referentes que
la actriz decidió incluir en su proyecto. No obstante, se entendió y se
justificó el porqué de la inclusión de cada elemento representado. Este fue un
montaje logrado, cuya vigencia se sostiene en ese cuestionamiento que puede
nacer en algún momento de nuestra vida con relación a nuestras creencias
preestablecidas. En definitiva, este
proyecto vino a sacudir a su audiencia, de modo que esta salga de la función
con preguntas por resolver.
Stefany Olivos
12 de febrero de 2024
No hay comentarios:
Publicar un comentario