Garabatos de una refrescante propuesta de títeres
El teatro para la infancia en este 2023 ha
sido interesantemente más vigente de lo que se ha visto en la escena teatral.
Las propuestas ponen sobre la mesa temas y emociones universales, con los que
tanto grandes como pequeños pueden empatizar con facilidad. Uno de aquellos montajes fue El Hada de las flores, un cuento en teatro de títeres que
visibiliza temas como el cuidado de la naturaleza, el sentido del compañerismo,
entre otros. La propuesta estuvo a cargo del grupo Gato Garabato, y contó con
las participaciones de Enrique Saco Vertiz y Jane Yogi. Ambos artistas le
dieron vida a Raúl, Roberto, el Hada de las flores y el Ogro del bosque,
personajes de esta historia.
Roberto y Raúl buscan iniciar un negocio,
aunque no deciden en qué rubro. Mientras tanto, un ogro está buscando flores
para hacer una pócima con la cual convertirá a los niños y niñas en sapos y
culebras respectivamente. El hada ayudará a los peculiares socios, en medio de
un divertido cruce de sucesos y propósitos. La obra apunta a la participación
constante del público, por lo que el desarrollo de la historia resultó bastante
dinámico. Es interesante cómo los titiriteros lograron captar la atención del
público, especialmente de los infantes, gracias a la manipulación minuciosa de
los títeres. Las calidades de energía de cada personaje se diferenciaban entre
sí, un aspecto destacable del montaje. La voz colocada en cada personaje fue
notablemente distinta entre ellos, denotando así un nivel de especificidad alto
en la representación. Un tercer
aspecto importante de El Hada de las
flores es la interacción con el público antes, durante y después de la
función. Este recurso permitió que se realizaran
comentarios o intervenciones con los espectadores de forma más personalizada,
sacando más de una risa en el proceso. De esta manera, este montaje resultó en
un producto escénico acogedor para grandes y chicos.
Este proyecto es un claro ejemplo de un uso
eficiente de recursos escénicos, comprobando nuevamente que “menos es más”. Con
pocos utensilios bien acondicionados, se logró un producto escénico que
tranquilamente podría montarse en espacios distintos. No obstante, la
puntualidad para iniciar el espectáculo es un punto de mejora para este grupo,
pues se notó que se quiso dilatar el tiempo de inicio por razones casuales. Después
de la obra, los titiriteros se acercaron a cada persona asistente, saludando y
agradeciendo el haber sido parte del espectáculo. Rescato este gesto, porque el común denominador
suele ser que se interactúa mayormente con los niños del público; en cambio, El Hada de las flores sostuvo un
espectáculo teniendo en cuenta a cada miembro asistente.
Stefany Olivos
2 de enero de 2024
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