Páginas

domingo, 8 de octubre de 2023

Crítica: CRIATURAS ANSIOSAS


Un músico y un grupo

Un teclado KORG, una batería, una guitarra y un bajo. Un músico y un grupo, un grupo y un músico. Revolvamos todo y volemos al principio. Pero... ¿cuál es el principio?, y... ¿hay un final?

Un escenario para una tocada es el punto inicial para el viaje de Gabriel Iglesias, a través un apasionado e imaginativo mundo de recuerdos.

Como es de esperar, la primera parte es una presentación del músico, de aquellas pequeñas o grandes anécdotas que van forjando su interés por la música y el arte en particular, y también permiten establecer una conexión emocional e identificación de parte de los espectadores para con el protagonista y prepararnos para el desarrollo posterior de la obra.

Como tema central, realiza la presentación de su banda: en la guitarra, un huevo gigante con un oído excepcional y una habilidad inigualable en su instrumento; un bajista de dos metros y medio, con serios problemas de libido muy alto; y una niña autista, con un don especial para la batería.

El desenlace se materializa a través de un evento trágico que le sucede a un miembro de la banda y ocasiona un sentimiento de culpa al protagonista. Como habrán podido notar por la descripción de los miembros de la banda, estos en realidad son una extensión del propio protagonista, de sus miedos y temores; y una forma de lidiar con ellos es a través de darles una forma y con ella, también representar un arquetipo de muchos personajes que cada uno de nosotros puede encontrar en su propia vida.

Profundizando en la propuesta teatral, si bien la trama principal de la historia es lineal, esta alterna convincentemente las elipsis para mostrar a los personajes y lo que los identifica, entrelazándola con fragmentos musicales, que no solo mantienen un ritmo envolvente, sino que también buscan difuminar la frontera entre lo real y lo ficticio. La combinación de narrativa y música crea una experiencia teatral inmersiva, que nos transporta a un estado emocional semejante al que experimentaríamos en un concierto. Las elipsis son utilizadas de manera interesante para revelar gradualmente las complejidades del propio protagonista a través de un alter ego, permitiéndonos conectar con sus emociones y motivaciones de una manera genuina.

No hay final claro, porque no debería haberlo, porque encontrarlo está ya en la parcela de cada uno de nosotros.

En resumen, Criaturas Ansiosas es un unipersonal que nos muestra una conmovedora conexión entre la creatividad y la sanación, con una excelente actuación de Iglesias y que nos invita a reflexionar sobre el poder de la imaginación para enfrentar la realidad, invitando a que nosotros mismos nos preguntemos sobre cómo llevamos nuestra propia salud mental.

Criaturas Ansiosas se presentó en el sótano de Selina por solo cuatro funciones; esperemos que pronto haya una reposición.

Ulises Cabanillas

8 de octubre de 2023

No hay comentarios:

Publicar un comentario