La historia es cíclica
Confieso que no tenía muchas expectativas
sobre el presente montaje, pues hasta el presente nunca he visto una obra
histórica (uno de mis temas favoritos) abordada de una manera didáctica y sin
sobreactuaciones poco creíbles. Sin embargo, Manco me emocionó sobremanera y
superó mis expectativas. Lo más impactante de la noche fue la gran cantidad de
aplausos y gestos emotivos que llegó a causar durante toda la función, pues en
el fondo el mensaje emocional es muy potente. La escenografía fue realmente
creíble e impactante, por la calidad de los materiales.
Quien merece una mención especial es la actriz
Liz Navarro por su espectacular voz, ya que tuvo mucha proyección y armonía en
sus diálogos y monólogos. Estoy convencido de que tiene mucho talento para el
canto lírico y este podría ser un complemento de su carrera. Por otro lado, la
representación de Oswaldo Mariño como el papel antagónico de Gonzalo Pizarro,
un mercenario conquistador, fue creíble y única. Me gustó la forma de modulación
de su voz, con el fin de darle una intención malvada a su personaje Esto último
tiene sentido y ayudó a que sea claro su rol como villano. Pienso que podría
incursionar en el arte de la ópera, pues alcanzar una proyección de voz elevada
es muy difícil.
Gerson Borja, director de la obra, no se quedó
atrás y su interpretación de Manco Inca fue sencillamente genial, por la voz y
encabezar tan brillante espectáculo. También quiero felicitar su trabajo de
investigación como director, porque realmente me sorprendió que se lleve desde un
episodio histórico tan complejo a un montaje tan original. Un historiador del Instituto
Porras Barrenechea o del Instituto Riva Agüero, donde trabajan los principales historiadores
del país, se quedaría muy agradecido con el espectáculo por la calidad del
contenido. Manco es una exhibición que es ante todo democrática, en el sentido
de que es para todo público; y pedagógica, pues no se apela a tecnicismos o
sobreactuaciones tan comunes cuando se aborda a un personaje histórico en el
teatro o cine en Perú.
El montaje me hizo reflexionar sobre el teatro
histórico y pienso que es una llamada de atención a los dramaturgos y
directores que crean sobre estos temas. Yo estoy en contra de deshumanizar a
los héroes, pues esto solo hace que el público se aburra. Creo que la construcción
de los personajes debe incluir sus complejidades, errores y virtudes, debido a
que hacen que esta sea más pedagógica e incitan a reflexionar sobre la historia.
¿Quién se siente atraído hoy en día por Aquiles de Troya? En la misma nota de prensa
indican que el propósito del proyecto Manco va más allá del entretenimiento
teatral: busca generar interés en la historia del Perú y compartir información
menos conocida sobre la conquista española. Estoy convencido de que lo
lograron. El teatro y el mundo escénico merecen más espectáculos así. Ver a los
personajes históricos como seres humanos con defectos y probidad. Solo así el
público tiene la posibilidad de salir con una visión crítica del espectáculo.
Felicitaciones.
Enrique Pacheco
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