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viernes, 4 de agosto de 2023

Crítica #799: ¿ES AQUÍ LA FUNERARIA?


¿Pueden reír los ataúdes?

De un tiempo a esta parte, la acogedora Sala Zurita, ubicada en el Haute Restaurante de San Isidro, se ha convertido en una obligada parada teatral, en la que diversos colectivos vienen presentando interesantes propuestas de microteatro, de todo calibre y variada temática. Actualmente se encuentra en temporada, en el mencionado espacio, una pieza escrita por el poeta y dramaturgo Cayre Alfaro Fonseca, titulada ¿Es aquí la funeraria?, que evitando cualquier estridencia y exceso, nos presenta una sencilla historia cargada de emociones contenidas, teniendo como contexto el final de una pandemia que nos arrebató a demasiados de nuestros seres queridos.

Un joven comediante (Mario Cortijo) pretende dejar su currículum para trabajar en una funeraria, pero se topa con la negativa de la aburrida pero competente recepcionista (Andrea Luna). Lo que podría aparentar ser, al inicio, un intento de flirteo, la trama va revelando paulatinamente a dos personas profundamente heridas por la pérdida de familiares cercanos y que acaso juntos podrían sobrellevar sus penas. Alfaro Fonseca escribe una pieza breve y entrañable, con mucho feeling, muy bien aprovechada por ambos intérpretes y bien dirigidos por el mismo Cortijo.

¿Puede un cómico realmente trabajar en una funeraria? ¿Podrá este hacer reír a los ataúdes, para que así la recepcionista se convenza de aceptar la solicitud de trabajo? La sencillez de la propuesta escénica resulta en la mayor virtud de esta microobra, que logra conmover con una historia que no le resulta ajena a nadie. ¿Es aquí la funeraria? es un recomendable y atractivo espectáculo de microteatro, con los niveles de calidad a los que ya nos tiene acostumbrado la Sala Zurita, que nos lleva a la reflexión sobre la resignación y aceptación de la muerte como parte de la vida.

Sergio Velarde

4 de agosto de 2023

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