El paso irremediable hacia la adultez
El Centro Cultural de la Universidad del
Pacífico, en coproducción con Escena Contemporánea y el apoyo de la Embajada de
Portugal en el Perú, estrenaron recientemente la temporada de la obra Tristeza y alegría en la vida de las jirafas,
de la dramaturgia del autor portugués Tiago Rodrigues, reconocido en Europa y
nombrado en 2021 director del Festival d´Avignon, bajo la dirección de Alberto
Ísola, a quien además se rinde un homenaje por sus 50 años de vida artística.
La historia se enmarca dentro de la
narrativa contemporánea, presentándonos a una peculiar niña de nueve años,
llamada Jirafa, por su altura, quien debe cumplir con una exposición sobre la
vida de las jirafas para la escuela, ayudándose de su canal favorito Discovery
Channel. Pero su padre, un actor viudo y desempleado, no puede pagar la
suscripción a la televisión por cable; entonces, la niña decide emprender una
aventura para conseguir el dinero que necesita, junto a su oso de peluche Judy
Garland, a quien solo ella puede escuchar; cruzándose en el camino con aliados
y obstáculos, llegando a confrontar al propio Ministro de Portugal, Pedro
Passos Coelho (personaje de la vida real), poniendo sobre la palestra sus
sentimientos acerca de la ausencia de su madre.
El reparto está encabezado por Alejandra
Guerra, quien con sobrada sensibilidad y destreza encarna a esta niña/adulta,
que conmueve por su inocencia y al mismo tiempo, sorprende por su inusual
madurez, calando en las emociones del espectador. Completan el reparto Eduardo
Camino, Sergio Llusera, Augusto Mazzarelli, Eduardo Pinillos y Claret Quea,
quienes en cada una de sus intervenciones aportan a la construcción de una
fábula compleja, como lo es esta pieza teatral, que navega por distintas
referencias literarias como El Mago de Oz,
Alicia en el País de las maravillas o
Pinocho, además de hacer referencia a
varios temas que van desde la pérdida de una madre, pasando por la crisis
económica del 2008, hasta la mención de un tema tan delicado como la pedofilia,
vistos desde la mirada sencilla e ingenua de una niña, que al descubrirse ya
adulta, logra enfrentar las emociones reprimidas por la muerte de su madre, a
quien recuerda en algunos objetos que utiliza a lo largo de la puesta, como si
el final de su exposición escolar fuese un pretexto para evocar su recuerdo, narrando
en paralelo la vida ya no de las jirafas, sino la suya.
A destacar la propuesta escénica, que
combina con acierto la parte lúdica y dinámica, compuesta por el material de
dibujo y papelería, junto a la composición de los movimientos, las partes
musicales y ágiles, sobre todo, en las intervenciones de la niña junto a su
oso, logrando momentos muy sólidos y conmovedores.
Tristeza
y alegría en la vida de las jirafas es una
inteligente composición narrativa, que nos presenta una puesta en escena retadora,
con escenas potentes y tiernas, que denuncian ciertos aspectos aún
problemáticos de nuestra condición como seres humanos.
Maria
Cristina Mory Cárdenas
14 de septiembre de 2022
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