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miércoles, 7 de septiembre de 2022

Crítica #699: POR TODAS ELLAS


Empoderamientos femeninos

No solo basta visibilizar la problemática, se hace necesario el confrontarla. Bajo esta premisa, cuatro colectivos artísticos se unieron para llevar a escena tres microobras de autores peruanos contemporáneos en un solo espectáculo, llamado Por todas ellas, con el propósito de hacer reflexionar al público espectador sobre un tema inquietante y urgente: la violencia contra de la mujer. Así como la reciente La sangre es mujer (2022) de Esteban Philipps, esta puesta representada en el Asociación Cultural Campo Abierto no solo constituye un valioso aporte a la lucha frontal contra todo acto de violencia de género, sino que se convierte por mérito propio en un sólido e interesante montaje.

Cada una de las tres microobras consigue crear sus pequeños universos con bastante convicción. Inteligente elección la de iniciar con Inocente o culpable de Daniel Goya, en la que nos convertimos en los miembros del jurado en un caso de violación: ella (Beatriz Quintana) lo acusa a él (Manu Rodríguez) de haberla forzado sexualmente y este lo niega; ambos defienden sus posiciones con vehemencia, lógica y mucha subjetividad. Y fue un comienzo acertado para la puesta, ya que el veredicto del jurado (en el que participó activamente parte del público) es impredecible, así como ciertamente lo son nuestra administración de justicia y el razonamiento de toda una sociedad de hombres y mujeres que convive día a día con el machismo. Por otra parte, en la conmovedora Reconstrucción de Herbert Corimanya, asistimos al doloroso recuerdo de una valiente joven (Elizabeth Morales), víctima de la violencia más cruel, que les presta su cuerpo y su voz a todas aquellas mujeres afectadas que buscan reconstruirse a diario, luego de experimentar la peor de las pesadillas.

Finalmente, con la excelente Sermones de Paris Pesantes pasamos de una divertida situación inicial (una instructora de yoga no puede comenzar su sesión por la intromisión de su hermano menor) a una dramática revelación familiar, nuevamente con Quintana y Rodríguez en escena. Buen trabajo del director Luis Castillo, que le da unidad a estas historias y que consigue de sus tres actores, inspiradas interpretaciones. Felicitaciones a los colectivos Camerino Virtual, Haz tu drama, Amapola Artes Escénicas y El Convivio por esta exitosa temporada. Por todas ellas, con la producción de Vivian Solano, es una necesaria llamada de atención a la sociedad acerca de una de las más preocupantes problemáticas que nos aquejan y además, un sentido homenaje a todas las sobrevivientes que buscan justicia, reparación y salir adelante.

Sergio Velarde

7 de setiembre de 2022

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