La pérdida de la inocencia
La trata de personas, especialmente la de niños, es acaso uno
de los delitos más despreciables que pueden existir. Las víctimas son captadas mediante
engaños o coacción y son sometidas a trabajos forzados y peligrosos, convirtiéndose
esta práctica en una forma alternativa de esclavitud. En nuestro país se
registra una enorme cantidad de casos, tanto en la capital como en el interior,
provocando un inmenso dolor a miles de familias, que se ven destruidas desde su
interior ante el menor descuido. Justamente esta actividad delictiva es
retratada en toda su crueldad, pero además con un agradecido sentido de la
estética, en Inopia de un Dios salvaje,
escrita por el joven actor Alejandro Tagle y que fuera ganadora del concurso de
Dramaturgia Joven ENSAD 2021.
Con la certera dirección de Renato Piaggio, la pieza nos
presenta las vicisitudes de dos niños secuestrados y encerrados en una oscura e
inhóspita habitación. Tanto Bruno (Tagle) como Vania (Daniela Davis) tienen sus
propias historias que nos son contadas en desorden temporal, pero de manera
comprensible. Además, la dirección plantea un montaje lúdico que abraza su origen
teatral, con los actores apareciendo al inicio vestidos de blanco y luego sus
vestuarios, descolgándose desde la parrilla de luces. Ambos intérpretes
consiguen logradas caracterizaciones, a la vez que entablan una dinámica y
tierna relación que hará aun más dramática la resolución final.
A destacar también el tratamiento de los monólogos que asume
cada actor en su momento, a excepción del primero grabado en video, algo
discursivo. Tanto Davis como Tagle conmueven con sus palabras, provocando en
los espectadores un genuino sentimiento de compasión hacia los miles de
afectados en el mundo debido a esta práctica delictiva. Con la producción de Kapchiy
y Alejandra Zegarra, y presentada en la Casa Tovar de Miraflores, Inopia de un Dios salvaje es un sólido y
efectivo llamado de atención frente a la trata de personas, una despreciable manera
de explotación ilegal, que es presentada en escena de una manera estéticamente sugerente
y profundamente humana.
Sergio Velarde
1º de mayo de 2022
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