Extinciones
La agrupación Teatro de
Cuarta es de ese tipo de asociaciones cuyos nombres significan exactamente lo
contrario. Mientras miraba el video promocional, me pareció sorprendente la
humildad con la que Percy Velarde describe su trabajo escénico. Contrariamente
a ser de cuarta, el montaje fue
increíblemente original y me atrevería a decir que arriesgado, pero en el bueno
sentido: no cualquier grupo de actores puede manejar el hecho de realizar una
grabación en un lugar público, pues así sea con distanciamiento social se está expuesto
a los sonidos del ambiente y de las personas mientras visitan ese espacio
público. Mientras miraba el montaje, me imaginaba la gran cantidad de veces que
se tuvo que montar una escena, lo cual demuestra el compromiso de los actores.
Al comienzo pensé que se
trataría de un montaje infantile, con personajes y conflicto dramático muy
convencional, algo muy común en el teatro familiar, pero fue todo lo contrario:
la historia superó mis expectativas, principalmente, por la originalidad de la propuesta. La dramaturgia es del autor Daniel Salomone; sin
embargo, la adaptación fue emocionante. La historia aborda con humor el peligro de la contaminación y enseña con
valores la importancia de la amistad. Esta capta la atención desde el inicio,
debido a que los actores no exageraban sus personajes y más bien, buscaban la
precisión de sus movimientos. Presentí que los actores tenían cierta
experiencia en el clown, pues mientras investigaba sobre los antecedentes,
descubrí que Velarde fue el gestor de Clownfóbicos,
un montaje hilarante del 2018, igualmente original, que tuve la oportunidad de
mirar en aquel año.
Por otro lado, creo que
los vestuarios pudieron ser de un material de color más vivo, pues ese es uno
de los aspectos que más cautiva al público infantil. Pienso que la narrativa
fue clara, con conflictos originales y con un lenguaje que definitivamente
atrae a los niños. Fueron muy simpáticos los efectos visuales que acompañaban a
las situaciones, como durante las onomatopeyas que decían los actores en los
diálogos. Audiovisualmente, el montaje fue perfecto. ¡Felicitaciones a la
producción por la dedicación y por no dejar simplemente a la imaginación del
público los efectos especiales!
Abordando el tema de las
actuaciones, quien destacó fue Jorge Luis Palma y su rol como el dinosaurio
Tego. A pesar de ser el protagonista de la historia, supo desenvolverse con la
misma energía que sus compañeros. También el rol de Valeria Vilela, como la
antipática Tera, la sobrina boba del Lord Rextintong fue interesante.
El montaje en general se
notaba claramente que fue producto de muchos ensayos. En general, lo más
atractivo de Dinosaurios, la extinción
fue el atrevimiento (en el buen sentido de la palabra) de hacerlo al aire libre
y que el audio y la historia funcionaran muy bien. Creo que lo más destacable
fue el empeño colectivo por hacer un montaje grabado y atractivo.
Enrique Pacheco
15 de agosto de 2021
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