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domingo, 15 de agosto de 2021

Crítica: DINOSAURIOS, LA EXTINCIÓN


Extinciones

La agrupación Teatro de Cuarta es de ese tipo de asociaciones cuyos nombres significan exactamente lo contrario. Mientras miraba el video promocional, me pareció sorprendente la humildad con la que Percy Velarde describe su trabajo escénico. Contrariamente a ser de cuarta, el montaje fue increíblemente original y me atrevería a decir que arriesgado, pero en el bueno sentido: no cualquier grupo de actores puede manejar el hecho de realizar una grabación en un lugar público, pues así sea con distanciamiento social se está expuesto a los sonidos del ambiente y de las personas mientras visitan ese espacio público. Mientras miraba el montaje, me imaginaba la gran cantidad de veces que se tuvo que montar una escena, lo cual demuestra el compromiso de los actores.

Al comienzo pensé que se trataría de un montaje infantile, con personajes y conflicto dramático muy convencional, algo muy común en el teatro familiar, pero fue todo lo contrario: la historia superó mis expectativas, principalmente, por la originalidad de la propuesta. La dramaturgia es del autor Daniel Salomone; sin embargo, la adaptación fue emocionante. La historia aborda con humor el peligro de la contaminación y enseña con valores la importancia de la amistad. Esta capta la atención desde el inicio, debido a que los actores no exageraban sus personajes y más bien, buscaban la precisión de sus movimientos. Presentí que los actores tenían cierta experiencia en el clown, pues mientras investigaba sobre los antecedentes, descubrí que Velarde fue el gestor de Clownfóbicos, un montaje hilarante del 2018, igualmente original, que tuve la oportunidad de mirar en aquel año.

Por otro lado, creo que los vestuarios pudieron ser de un material de color más vivo, pues ese es uno de los aspectos que más cautiva al público infantil. Pienso que la narrativa fue clara, con conflictos originales y con un lenguaje que definitivamente atrae a los niños. Fueron muy simpáticos los efectos visuales que acompañaban a las situaciones, como durante las onomatopeyas que decían los actores en los diálogos. Audiovisualmente, el montaje fue perfecto. ¡Felicitaciones a la producción por la dedicación y por no dejar simplemente a la imaginación del público los efectos especiales!

Abordando el tema de las actuaciones, quien destacó fue Jorge Luis Palma y su rol como el dinosaurio Tego. A pesar de ser el protagonista de la historia, supo desenvolverse con la misma energía que sus compañeros. También el rol de Valeria Vilela, como la antipática Tera, la sobrina boba del Lord Rextintong fue interesante.

El montaje en general se notaba claramente que fue producto de muchos ensayos. En general, lo más atractivo de Dinosaurios, la extinción fue el atrevimiento (en el buen sentido de la palabra) de hacerlo al aire libre y que el audio y la historia funcionaran muy bien. Creo que lo más destacable fue el empeño colectivo por hacer un montaje grabado y atractivo.

Enrique Pacheco

15 de agosto de 2021

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